Travel Report » Entradas » 10 experiencias increíbles en Colorado
Jul 23, 2015 Jesús Alonso ¿A DÓNDE VAS?, INTERNACIONAL 0
Colorado es uno de los 50 estados de la Unión Americana y se ubica en la región conocida como los “Estados de Montaña”, pues es ahí por donde discurre la imponente y siempre bella sierra de las Montañas Rocallosas en su porción norteamericana. Un fascinante destino en los Estados Unidos es sin duda Colorado, Estado que generalmente los mexicanos asociamos con la temporada invernal más que con cualquier otra época del año ¿A poco no?
Pero amigos, si este es su caso, a continuación habremos de probarles que esta percepción es algo más que limitada, pues una vez que lean nuestras experiencias recomendadas, te convencerás de que Colorado es también un destino ideal en verano y todo, todo el año.
Denver es una cosmopolita ciudad que nos ofrece una experiencia cultural única en su tipo, pues desde que llegas a su moderno aeropuerto, descubrirás que no se trata simplemente de una eficiente terminal aérea, sino una obra maestra de la arquitectura y un templo dedicado a las Bellas Artes. Parte distintiva del Aeropuerto Internacional de Denver es su techo blanco, que aparenta montañas repletas de nieve, al igual que las Montañas Rocosas, en invierno. Debajo de este majestuoso paisaje artificial se encuentra una gran colección de esculturas y murales de grandes artistas de todo el mundo, pero en especial, de aquellos de origen latinoamericano. Ese el caso del enorme mural a cuatro paredes del pintor chicano de ascendencia maya Leo Tanguma y a cuya obra le han dado diferentes interpretaciones, algunas, debe decirlo, bastante oscuras.
Y una vez bautizados en cuestión de artes en Colorado, es tiempo de dirigirnos al que quizás sea el mayor icono de la cultura en la ciudad de Denver, y me refiero, al siempre dinámico Museo de Arte, fundado en 1893. El Museo de Arte de Denver posee una colección de más de 70 mil obras repartidas en diez salas permanentes dedicadas al arte africano, asiático, europeo, precolombino, moderno y contemporáneo, destacando la colección de arte nativo-americano, pues es la más grande de los Estados Unidos. Sin duda el emblema del museo es el edificio Frederic C. Hamilton, pues su singular forma y estructura, diseñada por Daniel Libeskind, de rectángulos entrelazados de vidrio y titanio que reflejan los picos y cristales de roca de las montañas cercanas, es hoy todo un hito arquitectónico para la ciudad de Denver. Tomarse una foto con este edificio al fondo, es uno de los muchos momentos “selfies” que encontrarás por todo Colorado.
Si algo habla bien de Colorado, son sus equipos deportivos profesionales, nada como vivir la experiencia de un partido, ya sea de béisbol, fútbol americano, basquetbol, hockey y hasta de soccer, sí soccer, en casa de los Rockies de Colorado, Broncos de Denver, los Nuggets de Denver, Colorado Avalanche y los Colorado Rapids. Nomás por decir algunos. En cada uno de los recintos donde juega cada uno de estos equipos, se vive un ambiente único, por eso, vale la pena no conformarte con experimentar tan solo uno. La diversión está asegurada, aun si del deporte en cuestión no sabes nada.
La atmósfera que se crea en los estadios es tal, que más que ir a un encuentro deportivo crees que fuiste a una feria, en donde el “shopping”, la gastronomía y la buena bebida también se encuentran reunidas. No te pierdas el Estadio de la Milla de Altura, casa de los Broncos de Denver; o el Estadio Coors, para ver a los Rockies de Colorado jugando el llamado rey de los deportes, “oséase” el béisbol.
Un viaje que implica retos, siempre permanece en la memoria, por esta razón llegamos hasta Colorado Springs.
El primer reto se llama “Manitou Incline” y consiste en subir a pie un sendero de 1.6 kilómetros largo y 609 metros altura. ¿Están listos para intentarlo? Primero deberás desplazarte hacia la olímpica ciudad de Colorado Springs, desde la ciudad de Denver, para ello te recomendamos lo hagas a bordo del “California Zephyr” de Amtrak, un tren que te permitirá apreciar bellas postales y que parte desde la genial Union Station. Después de un breve viaje, de poco más de 100 kilómetros al sur de Denver, habrás llegado a Colorado Springs, una ciudad famosa, entre muchas otras cosas, por ser la sede un importante centro olímpico de entrenamiento para los atletas de los Estados Unidos.
De aquí hay que trasladarse a Manitou Springs, un bello pueblo de montaña famoso por sus manantiales de aguas minerales a corta distancia de la famosa “Pikes Peak” o pico Pikes. El reto inclinado de Manitou Springs es recorrer un sendero de lo que fue una antigua vía férrea, pero que está muy inclinado, empinado pues, ya que hay algunos tramos con un ángulo de más de 60 grados. El premio, para aquellos que llegan a la meta, es una impactante colección de vistas que les serán inolvidables, eso sí les advierto, entre los senderistas, el “Manitou Incline” se considera un reto extremo. Así que no se achicopalen si escalaron apenas 100 metros, pues la naturaleza que les rodea en cualquier parte de Manitou Springs es tan bella, que sirve para consolarse.
Y si lo suyo, lo suyo no es esforzarse tanto como asfixiarse, aquí les cuento sobre nuestro reto número dos, el cual trata de un recorrido por las bellas calles Manitou Springs para conocer las 8 fuentes de aguas minerales que se encuentran distribuidas por este pintoresco pueblo. En cada una de las fuentes, comercios, recepción de hoteles y claro, el centro de visitantes, encontrarán un mapa que los guiará por este acogedor pueblo para descubrir el tesoro de los manantiales. No se olviden de probar el agua en todos, pues el sabor difiere uno de otro. Es una experiencia créanme, placentera y relajante.
Visitar la cima de la montaña Pikes Peak, del Estado de Colorado, a más de 4, 300 metros de altura a bordo del tren de cremallera más alto del mundo, el “Pikes Peak Cog Railway”, nos ofrece una aventura ¡A toda máquina! Pikes Peak es todo un icono no solo de Colorado, sino de todo Estados Unidos. Es conocida como “La Montaña de América”. Y es que fíjense que fue aquí donde la compositora Katharine Lee Bates, ante la belleza del paisaje natural que le asombraba, se inspiró para escribir “América the Beautiful”, un canción que se considera el himno no oficial de la Unión Americana.
Para entender de qué se trata toda esta belleza, primero que nada hay que llegar a la estación a las afueras de Manitou Springs. Eso sí hay que ir muy abrigados, pues la temperatura, entre la base y la cima, puede variar hasta en 10 grados centígrados. Así que mídale el agua a los camotes antes de subirse y poder disfrutar como Dios manda de esta gran experiencia.
La ciudad de Grand Junction se encuentra ubicada a poco más de 300 kilómetros en línea recta al oeste Denver, muy cerca de la frontera con el Estado de Utah. Aquí se ubica El Gran Valle, hogar de más de 20 empresas vinícolas y vitivinícolas, siendo la encantadora y campirana población de Palisades donde más se recomienda vivir una experiencia llena de sabor, pues es ahí donde se ubican la mayoría y más bellas de ellas.
Nada mejor que recorrer las distintas salas de degustación de cada una de las empresas que aquí se asientan que a bordo de una bicicleta, ya sea en un grupo o por tu cuenta, pedaleada tras pedaleada, te darás cuenta de la gran calidad y madurez que han alcanzado sus vinos.
También podrás degustar vinos de hielo de las cosechas tardías, sidras y licores de lavanda, miel y frutales, pues el Gran Valle goza de gran fama por sus árboles frutales de duraznos, peras, ciruelas, cerezas y manzanas. Pero ¿Qué sería de estos vinos si no pudiéramos maridarlos con una buena comida? Para eso está la extensa oferta gastronómica de Grand Junction. Por todas partes de esta acogedora y amable ciudad, descubres restaurantes diferentes y fascinantes; y en todos ellos, los vinos tintos, rosados y blancos de Colorado, junto con deliciosos cortes de carne y aves de los ranchos orgánicos locales. Y si de vino ya quedaste hasta las manitas, puedes enjuagar tus penas en cervezas artesanales de primera, así como con distintos licores Bourbon que se resbalan sin darse uno cuenta, bueno, eso dicen mis amigas que también bien han visitado esta bendita tierra.
Y hablando de conocer, aprovecha tu visita a Gran Junction para recorrer el Museo del Occidente de Colorado, aquí se exhibe una gran colección de esqueletos de dinosaurio, un laboratorio real de paleontología y dinosaurios robóticos muy realistas.
Ubicado a unos 30 minutos de Grand Junction, el Monumento Nacional de Colorado es un enorme parque nacional creado para preservar y disfrutar de la naturaleza e inigualables paisajes que ahí encuentras. Destacan sus formaciones de piedra arenisca coloridas y erosionadas, sus elevados monolitos y sus escarpados cañones de roca roja. Además, dentro de sus más de 8 mil hectáreas de extensión se han encontrado infinidad de fósiles de dinosaurio y leños petrificados. Empieza y termina tu visita en el centro de visitantes, así no habrá eso de que te perdiste lo más importante. Entre las actividades que puedes realizar, si es que no te es suficiente “cargar tus pilas” con la energía que transmite este lugar, están los paseos en bicicleta, largas y atrevidas caminatas, desafiantes escaladas e inolvidables acampadas bajo las estrellas que aquí brillan como en ningún otro lugar.
También conocida como la “Gema de las rocallosas”, Ouray es una de las poblaciones consentidas por la naturaleza. Una meca para los escaladores de paredes de hielo y un paraíso para todo aquel que soñaba con ser Heidi o Pedro para disfrutar de aquel pueblo en los Alpes Suizos. Pues no hay que ir tan lejos, pues en este rincón de Colorado, enclavado en las majestuosas montañas San Juan, hasta un rico chocolate te encuentras, espeso y bien calientito. Y apodos no le faltan a Ouray, pues también es conocida como la “Jeeping capitol of the World”, algo así como la capital mundial del jeepismo.
Y vale la pena detenernos en este punto, pues abordo, ya sea de un jeep o una pick up 4 por 4 equipada con cómodos y seguros asientos en la caja, emprendes una gran aventura por estrechos senderos bordeados por pronunciadas barrancas y siguiendo generalmente un curso de agua. La aventura continúa hasta llegar a un antiguo campo minero, hoy abandonado, pero que en algún tiempo estuvo habitado por trabajadores aventureros de la que llegó a ser la segunda mina con mayor producción de oro en el estado de Colorado. Aquí la sensación de aislamiento es abrumadora, y te da una ligera idea de las duras condiciones que tuvieron que afrontar los mineros. Y esto es tan solo la mitad del recorrido a tu regreso, ya sin sufrir tanto por las profundas barrancas, tendrás más tiempo para admirar la obra de la naturaleza, y ponte atento, pues venados, lobos y osos bien podrías encontrarte.
De vuelta en Ouray, no termines tu día sin disfrutar de sus aguas termales, una relajante experiencia que encontrarás en diferentes locales tanto públicos como en algunos hoteles, pero normalmente, en todos serás bienvenido sin tener que hospedarte.
Llegamos a Silverton, Colorado, un lugar fantástico que se ubica en un pequeño valle entre las montañas San Juan, la montaña Roja y el puerto o paso de montaña Molas. Este otrora importante pueblo minero, es un hoy un pintoresco atractivo turístico, ya que gracias a la conservación original de sus construcciones, la han llevado a consagrarse como distrito histórico de la Unión Americana. Silverton es en sí una galería, en donde podemos encontrar exhibidas huellas de la vida cotidiana cuando esta dependía de su actividad extractiva en amalgama con la cultura aborigen de la nación Ute.
El lugar es ideal para adquirir recuerdos al estilo del Viejo Oeste, así como de elaboradas artesanías de los descendientes de la nación indígena que por allí aun habitan. Una actividad muy socorrida en Silverton es degustar su interesante gastronomía, pues los bares y restaurantes del lugar, como el Grumpy´s Bar o el Natalia´s 1912 aún preparan los potentes platillos típicos con los que se alimentaban los mineros.
Y hablando de esto, no dejes de visitar el Rocky Mountain Café para probar su delicioso Funnel Cake, una dulce creación de harina frita de consistencia y sabor únicas. Silverton es uno de los extremos de la vía por donde viaja un famoso e histórico ferrocarril de vía estrecha que une a esta población con otro gran destino en Colorado: la ciudad de Durango.
Iniciamos nuestra siguiente aventura e el Estado de Colorado a bordo del Durango & Silverton Narrow Gauge Railroad, un tren a vapor que aún se alimenta de carbón. Fíjense que estas máquinas han ofrecido un servicio continuo desde 1882, año en que entró en operación transportando tanto al mineral de oro y plata, como a los mineros que se desplazaban por esta vía de 73 kilómetros que se interna en las montañas siguiendo el trazo del rio Ánimas con rumbo a Silverton y viceversa.
Esta experiencia, amigos, en verdad que es una “chulada colorada” que de ninguna manera deben perdérsela. Abordo encontrarás carros mirador para disfrutar increíbles vistas respirando y sintiendo en la cara el rejuvenecedor aire de montaña. El serpenteo del río que a lo largo de la ruta le acompaña a través de valles y barrancas, te ofrecerán tantas y tantas imágenes que podrán a prueba la memoria de tu cámara. El tren ofrece distintos tipos carros y de servicios, siendo los de primera y de lujo los más socorridos por las comodidades y el servicio de bar a tu mesa que ahí encuentras.
El tren, ya como atractivo turístico, funciona todo el año, pero solo de mayo a octubre este recorre toda la ruta de Silverton a Durango. Y el resto del año, solo llega hasta la Estación Cascada, poco más de la mitad de la ruta partiendo desde Durango ¡Así que hay aprovechar este verano!
Ya seas un improvisado novato o un consumado ciclista, la histórica y encantadora ciudad de Durango, en el Estado de Colorado, te resultará estupenda para recorrerla en bicicleta. Es una probada meca tanto para los ciclistas de montaña como los de ruta o de carreras. Durango es el hogar de la comunidad ciclista más antigua en los Estados Unidos, y esto solo se explica por la belleza y facilidades que otorgan a los “bicicletos” las calles y la geografía de los alrededores de este destino icono del ecoturismo. Como turista, lo más adecuado es rentar una bicicleta en alguno de los muchos sitios que se dedican con gran devoción al ciclismo.
Una vez bien calada tu bicicleta, decide si has de unirte a un recorrido por los alrededores en grupo con guía incluido, o de plano, irte tu solo a rodar por las calles “bike friendly” que Durango nos ofrece. Como en todo Colorado, la belleza extrema que rodea la ciudad habrá de coquetearte, por lo que no sería raro que te animes a salir de la ciudad de repente. Una vez que hayas hecho esta parte, llega el momento de refrescarse con cervezas artesanales de calidad exuberante. Si no tienes una favorita, lo mejor es pedir en una de las tantas cervecerías duranguenses, lo que llaman un “flight” o “sampler”, con lo que podrás probar de varias sin arriesgarte. Pues con tarro frío en mano llegó el momento de decir “salud” por un viaje extraordinario por el Estado de Colorado.
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