Travel Report » Entradas » 12 bares históricos que todo fanático de los libros necesita visitar
Mar 23, 2014 Jesús Alonso INTERNACIONAL 0
Clientes distinguidos: J.R.R. Tolkien, C.S. Lewis.
Este bar universitario, que data de a mediados del siglo XVII, sirvió como sitio oficial para las reuniones de Tolkien, Lewis y el resto de su grupo de escritores, llamado los “Inklings”. Desde 1933 hasta los principios de la década de 1950, el grupo se reunió semanalmente en el Rabbit Room, un salón trasero privado del bar, para distribuir y criticar los manuscritos sin terminar de los miembros del grupo.
Hoy en día, las paredes del acogedor Rabbit Room están decoradas con pedazos de recuerdos, fotos enmarcadas de los autores y un documento firmado con una nota — “Los infrascritos, habiendo sido partícipes de tu jamón, hemos bebido a tu salud” — de los autores al antiguo dueño.
Clientes distinguidos: Jack Kerouac, Allen Ginsberg, Neal Cassady
Este bar lleno de sentimiento de North Beach fue el punto de encuentro de algunos de los pesos pesados de la generación Beat, e incluso el callejón de atrás fue bautizado con el nombre de Kerouac. Ubicado directamente al frente de la renombrada librería City Lights Bookstore, ahora funciona como un monumento al jazz, el arte, la poesía y al modo creativo de vivir. También sirven algunas bebidas bastante fuertes.
Clientes distinguidos: Dylan Thomas, James Baldwin, Anais Nin, Norman Mailer
La White Horse Tavern abrió en 1889 y fue conocida por ser un local de estibadores hasta la década de 1950, cuando el poeta galés Dylan Thomas comenzó a frecuentarlo. Es mejor, y más morbosamente conocida como el lugar de la última bebida de Thomas; en Noviembre de 1953, después de tomarse dieciocho chupitos de whisky, se desmayó en la acera y después murió en el hospital St. Vincent.
Aún así, la taberna de West Village sigue siendo un lugar favorito para los literatos, atrayendo a escritores y a poetas hasta el día de hoy.
Cliente distinguido: Ernest Hemingway
El mundo se enamoró del “El Floridita” en la década de 1940, y Hemingway estaba en medio de este fervor. Este fue su bar favorito durante los 20 años que vivió en Cuba, y su bebida fue el trago de la casa: el Daiquiri congelado. Él ayudó a popularizar el bar y sus originales tragos (el bar también fue conocido como ” La Cuna del Daiquiri” ) en sus libros, específicamente en Islas en el golfo, y el bar le devolvió el amor. Hemingway es honrado hoy en día con un taburete en su nombre, un busto, una estatua de bronce de tamaño natural y varios recuerdos y fotografías.
Cliente distinguido: Ernest Hemingway
No es ningún secreto que a Hemingway le gustaba beber, así que no es de extrañar que haya tenido bares favoritos regados por todo el mundo. En España fue el bar La Cervecería Alemana, un salón cervecero de 1904 que se resiste al cambio, y al cual Hemingway homenajea en Fiesta. Los visitantes todavía pueden sentarse en su mesa favorita, cubierta de mármol y mirar por una ventana.
Clientes distinguidos: Tennessee Williams, William Faulkner, Ernest Hemingway, Eudora Welty, Truman Capote
El hotel Monteleone ha sido anfitrión de tantos escritores en su historia que la Asociación de Amigos de la Biblioteca lo designó como el sitio literario oficial en 1999. Su impresionante lista de huéspedes ha incluido a algunos de los más influyentes escritores del Sur, y Truman Capote afirmó públicamente haber nacido en realidad en una de las habitaciones del hotel Monteleone. (El hotel lo niego, aunque la madre de Capote sí estuvo viviendo allí durante su embarazo)
El hotel y el salón son lugares de interés histórico del Barrio Francés y de visita obligada, pero los visitantes pueden esperar gastar una buena cantidad de dinero al hacer esto.
Clientes distinguidos: Samuel Beckett, James Joyce, Oscar Wilde
La historia literaria del bar Kennedy’s es especialmente interesante porque incluye tanto clientes como empleados. Antes, cuando además era una tienda de comestibles, un joven Wilde ganaba su salario abasteciendo los estantes. Hoy el bar es únicamente un bar — y uno universitario — pero los visitantes pueden disfrutar de una cerveza en la misma barra de mármol donde dos viejos amigos, Beckett y Joyce, se sentaban.
Clientes distinguidos: Frank McCourt, Seamus Heaney, Nick Hornby, Billy Collins, Pete Hamill
Este bar ubicado en el Flatiron District de la ciudad de Nueva York, es el favorito de algunos de los mejores escritores modernos, y tiene algunas portadas de libros firmadas en las paredes para demostrarlo. Los escritores que lo frecuentan no sólo beben allí (Hamill escribió en la solapa del libro A Drinking Life: ” Para el bar que aún me hace tener sed”) sino que también lo eligen como el lugar de celebración para sus fiestas de libros. La mayoría de los muebles y de la decoración del bar no ha cambiado desde 1892, pero la cerveza local de estos días, cortesía de la cervecería Brooklyn Brewery, predomina en el menú.
Clientes distinguidos: Simone de Beauvoir, Jean-Paul Sartre, Albert Camus, Ernest Hemingway
Les Deux Magots era el lugar de encuentro para quien quiera que fuese alguien a comienzos del siglo XX en la escena literaria francesa. El café era el punto de encuentro elegido por artistas, escritores e intelectuales como Beauvoir, Sartre, Camus, y — por supuesto, porque si la bebida estaba involucrada, él estaba allí — Hemingway. Hoy es un refugio turístico, lo que significa menos tiempo para pasar la tarde en las sillas de mimbre de su terraza en expansión, pero aún vale la pena hacer una parada por un café o un Martini.
Cliente distinguido: Kurt Vonnegut
Los fanáticos de Vonnegut querrán añadir éste bar a su siguiente ruta de viaje. Se dice que el bar de “no tonterías” — que fuese abierto por un veterano y prisionero de la Segunda guerra mundial, y decorado con modelos de aviones colgando del techo – ha sido el bebedero favorito de Vonnegut, con muchos clientes habituales alegando haberlo visto escribiendo y bebiendo en las mesas. La taberna también apareció en la novela de Dan Wakefield “Going All The Way” de 1970.
Clientes distinguidos: John Keats, Charles Dickens, Henrik Ibsen, Hans Christian Andersen, Mary Shelley, Lord Byron, Maria Zambrano
Habiendo abierto en 1760, este sitio histórico es el bar más viejo de Roma (y el segundo más viejo de Italia). Su reputación como refugio para escritores y artistas se debió mayormente a Shelley y a sus contemporáneos, quienes trabajaron en manuscritos e intercambiaron ideas mientras disfrutaban de un capuchino en las mesas de mármol del café. El café continúa acogiendo a algunas de las mentes más influyentes de Roma en la actualidad.
Clientes distinguidos: Gertrude Stein, T.S. Eliot, F. Scott Fitzgerald
Este café parisino era uno de los más famosos durante la era americana de los expatriados, y su popularidad es reconocida por un cliente frecuente (lo adivinaste) Hemingway en Fiesta: “No importa en que café en Montparnasse estés, si le pides a un taxista que te lleve al lado derecho del río, siempre te llevarán a La Rotonde”. Esa popularidad no ha disminuido, pero los viajeros que deseen visitarlo tendrán que esperar unos cuantos meses más. El café cerró en enero por obras de renovación, y está previsto que vuelva a abrir sus puertas en marzo de 2014.
Vía: http://www.buzzfeed.com/ariannarebolini/12-bares-historicos-que-todo-fanatico-de-los-libro
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