Travel Report » Entradas » 9 lugares encantados para pasar una noche en vela
Jun 29, 2014 Jesús Alonso ¿A DÓNDE VAS? 0
Artículo publicado por Isidoro Merino en El Viajero Astuto
Adivinanza: ¿En qué se parecen Halloween (31 de otubre) y San Valentín (14 de febrero)? En que cualquier otro día del año vale para robar un beso o para pasar miedo. Para lo segundo, y con la excusa del susto quizás también para lo primero, pueden servir los castillos, islas, cementerios y hoteles.
1.- Castillo de Berry Pomeroy (Devon del Sur, Reino Unido).
Esta fortaleza es célebre por las apariciones de dos damas espectrales que pasean por sus rincones, arrastrando su pena: una de blanco y otra de azul. En torno al castillo circulan varias leyendas. La primera se remonta a los tiempos de la octava cruzada en Tierra Santa, cuando Henry, señor de Pomeroy, partió al frente de un gran ejército dejando a su joven esposa lady Margaret rota por el dolor. Su envidiosa hermana Eleonor aprovechó el momento para encerrarla en una de las torres del castillo durante veinte años hasta que murió. Aún así no se pudo librar del espíritu de Margaret, que desde entonces se pasea por las mazmorras de la torre. Los habitantes de la región aseguran que al caer la noche es habitual encontrarse a otra misteriosa dama, ésta de azul. Se dice que fue violada por su padre, quedó embarazada y dio a luz a un niño al que su propio padre estranguló en una de las habitaciones del castillo. La chica, desesperada, se arrojó montaña abajo. Desde entonces, la conocida como “Dama de Azul” sale a pasear por las propiedades de Pomeroy, y cuando aparece es señal de mal augurio, de que alguien va a morir.
2.- Palacio Ca’Dario, el palacio que mata. (Venecia, Italia).
Venecia y sus islas están llenas de misterios y de casas encantadas, y entre todas ellas destaca Ca’Dario, un palacio con una terrible maldición que parece perseguir a quienes se han atrevido a habitarlo a lo largo de los siglos. Ca’Dario es uno de los palacios más fascinantes y aterradores de la ciudad de Venecia, aunque nadie lo diría por su exterior, una fachada que destaca por su belleza y colorido y por las chimeneas de época. En el interior sin embargo la leyenda negra ha convertido el palacio en un lugar lúgubre y sombrío al que los venecianos conocen como el “palacio que asesina”.
La leyenda negra comenzó en el siglo XVI cuando Giovanni Dario hizo casar a su hija ilegítima con un joven de la familia Barbaro, adquiriendo entonces dicho inmueble. Al poco tiempo su yerno cayó en la ruina y su hija murió de un ataque al corazón. Un siglo después el rico Giacomo Barbaro murió asesinado allí mismo. Más tarde, aunque el palacio tenía fama de maldito, fue adquirido por un rico comerciante de diamantes que hizo caso omiso de todas estas leyendas tomándolas como supersticiones del populacho. Pero la mala suerte se cebó con su fortuna y murió en la indigencia. Durante muchos años permaneció vacío sin que nadie se atreviera a comprarlo. En 1838 el anticuario británico Rawdon Brown y un amigo vivieron durante unos años en la casa, pero ambos tuvieron un trágico final: se suicidaron tras haberlo perdido todo. Algunos más lo intentaron: el magnate americano Charles Briggs, que tuvo que huir de Venecia por un escándalo de homosexualidad –su amante se suicidó–; o el conde Filippo Giordano delle Lanze, que fue asesinado por su amante dentro del palacio; o el mánager del grupo The Who, Kit Lambert, que también murió violentamente en el palacio en 1981. El último fue Raúl Gardini, un rico empresario italiano que terminó implicado en un caso de corrupción y se quitó la vida de un disparo. A día de hoy sigue en venta.
3.- Bomarzo, el jardín de los monstruos. (Viterbo, Italia).
Es conocido como el jardín de los monstruos y motivos para ello no le faltan. Este bellísimo y románico jardín está en la provincia italiana de Viterbo, y cuentan las crónicas que cuando Salvador Dalí visitó este entorno boscoso, en el que la piedra surge entre la arboleda mostrando expresiones indescriptibles, André Bretón, que hacía las veces de cicerone, se volvió y le dijo al genio catalán: “Aquí está todo tu universo, cuatrocientos años antes de que se te ocurriera”. Este enclave de inusual belleza fue creado por orden del príncipe Pier Francesco Orsini, que debía de ser un hombre excéntrico, y que pidió que en aquel jardín fueran representadas criaturas conocidas, animales exóticos… pero también bestias de pesadilla. De este modo no tardaron en surgir, extraídas de la piedra bruta por grandes escultores, ogros, gárgolas o criaturas antropomorfas de varios metros de altura.
En la actualidad, lo que más llama la atención de los visitantes es la boca a través de la cual parece que nos sumergimos en las entrañas del propio Orsini. Cuenta la historia que el jardín jamás fue inaugurado, y como casi siempre, al menos en estas historias, el motivo fue un suceso trágico. Orsini construyó el recinto para plasmar a su modo la belleza de su joven esposa pero antes de que estuviese terminado, la muchacha murió. El príncipe, víctima de una pena incurable, se encerró en su palacio de Bomarzo, hastiado de una familia que no lo apoyó en ningún momento, y de este modo la leyenda comenzó a caminar. Hay un banco de piedra en el que figura una orla con el siguiente texto: “Vosotros los que vais por el mundo, errantes, tratando de ver estupendas maravillas, venid aquí, donde están los rostros de horrendos elefantes, leones, osos, ogros y dragones”.
4.- Jamaica Inn. (Condado de Cornwall, Reino Unido).
La estética de este lugar es tan asombrosa que hasta el propio Alfred Hitchcock se fijó en el edificio y en su historia, consciente de que posiblemente jamás lograría encontrar un plató “natural” tan perfecto. Y así lo hizo, y la película se estrenó bajo el nombre de La posada de Jamaica, basándola en el libro de Daphne du Maurier, La posada maldita. Pero ¿qué ocurrió allí? Este uno de esos sitios cargados de leyendas que dan escalofríos nada más entrar en ellos, porque parecen albergar entre sus muros energías que se hacen visibles en forma de fantasmas o espectros. Está en el sur del Reino Unido, en el condado de Cornwall, y fue construida en 1750 para alojar a los comerciantes que viajaban por el país, a los que a menudo les sorprendía la noche en los caminos. Del lugar se cuentan muchas historias de fantasmas y apariciones, sobre todo la relacionada con un extraño caso ocurrido hace ya muchísimos años. Un hombre estaba tomándose una cerveza en la barra del barde la posada y repentinamente salió dejando su bebida a medias. Al día siguiente lo encontraron muerto en extrañas circunstancias, y a pesar de que intentaron averiguar la causa y el motivo de su muerte, nunca nadie pudo explicar tan macabro acontecimiento. Desde entonces, muchos afirman que en el muro exterior de la posada se aparece el fantasma de este personaje, mirando absorto e inmóvil el horizonte. También se dice que hay una figura espectral que deambula entre las mesas, y que se trata del fantasma de aquel hombre que acude para terminar la bebida que dejó a medias.
Hay también muchos que afirman haber visto curiosas apariciones fantasmales en la posada, sobre todo en las habitaciones cuatro y cinco, y hay numerosas anécdotas y narraciones de huéspedes que no han podido pegar ojo a causa de extraños sonidos, pasos y misteriosas apariciones que, según ellos, parecen surgir de la nada, y desvanecerse misteriosamente en el aire, tal y como se han presentado.
5.- La princesa bruja de El Djem (Túnez).
El anfiteatro de El Djem, en el corazón de Túnez, está considerado el mayor de África y el cuarto mayor del mundo. Este viejo coliseo fue construido durante el mandato del emperador Maximino el Tracio, en el 238 d.C. y en su interior, además de peleas de gladiadores o carreras de carros, también se celebraban batallas navales. El anfiteatro permaneció prácticamente intacto hasta bien entrados el siglo XVII, cuando empezó a ser desmantelado para utilizar la piedra en la construcción de la cercana ciudad de El Djem. El lugar tiene también otra historia, la protagonizada por la princesa beréber al-Kahina, “la Bruja”, que en el siglo VII encabezó la lucha de los clanes beréberes contra la invasión musulmana. Las crónicas aseguran que “la Bruja”, a la que se le atribuían dones como el de la profecía o el de la bilocación, cada día aparecía con pescado fresco que servía para alimentar a sus tropas y de este modo resistir durante tanto tiempo el asedio al que fueron sometidas. Finalmente fue traicionada por su amante, que la asesinó y le cortó la cabeza para enviarla al sultán, a fin de dar fe de su muerte.
Desde entonces la leyenda habla de la presencia de la princesa bruja recorriendo los subterráneos y pasillos de El Djem, buscando justa venganza por tamaña traición. La leyenda, o quién sabe si algo más…
6.- Hotel Salto de Tequendama (Cundinamarca, Colombia).
El enclave es espectacular; posiblemente el que más de este recorrido por los lugares más encantados del planeta. Porque el conocido como Salto de Tequendama, en el departamento colombiano de Cundinamarca, es de los puntos que más turismo atrae de todo el país. Por eso no es extraño que años atrás, a finales de la década de los treinta del pasado siglo, a alguien con mucha visión de negocio se le ocurriera colocar, colgado de una barranquera, este espectacular hotel que hoy es guarida de sombras.
Frente a él surge la espectacular cascada que da nombre al entorno, con una caída de casi 160 metros que en tiempos embelesó a las clases pudientes de la capital. Así fue desde que abrió sus puertas en 1928, hasta bien entrada la década de los noventa, cuando salvo cuatro rezagados, pocos más llenaron las habitaciones del establecimiento. La brutal contaminación del río Bogotá hizo que las aguas termales, los minerales de éstas, el propio enclave perdiera el encanto más allá de lo estético, y de este modo fue cerrado. El gobierno decidió entonces transformar su uso, y durante años, pocos, todo hay que decirlo, hizo las veces de estación de tren. La ruina se fue apoderando de este lugar cada vez con menos vida, y pronto se desveló como un sitio idóneo para otro tipo de menesteres. Porque su posición de privilegio al borde del precipicio hizo que la imaginación despertase, o más bien los demonios que anidan en el interior de toda alma humana, y fueron muchos los que decidieron saltar al vacío desde las balaustradas de este edificio bello de trazas al que el tiempo se iba comiendo despacio, quebrando sus cristales, desencajando sus contraventanas, permitiendo que otros habitantes tomaran sus antaño lujosas estancias.
En los últimos tiempos los amantes de lo paranormal han ubicado en el Hotel Salto su particular centro de operaciones para llevar a cabo investigaciones de todo tipo.
De su interior parten lamentos que hielan la sangre, gritos que rompen en dos el silencio de la noche; dicen que son las almas de aquéllos que encontraron en el Salto –vaya con segundas– la única manera de hacer un quiebro a su desgraciada vida. Los testigos refieren sensaciones negativas, pero también aseguran haber visto a gentes de todas las edades asomarse al confín del barranco, para después saltar ante la desesperación de quienes contemplaban la terrible escena. Pero al buscar el cuerpo, nada… Así son los fantasmas de Salto de Tequendama; así es este enclave maravillosamente aterrador.
7.- Edificio Dakota. (Nueva York, EEUU).
Es uno de los edificios más célebres del mundo, porque entre otras cosas, a sus puertas Mark David Chapman descerrajó cuatro disparos sobre un despistado John Lennon el lunes 8 de diciembre de 1980. Pero la historia “maldita” de este edificio, símbolo indiscutible de la neoyorkina calle 72, es más antigua. Fue diseñado en 1880 por el arquitecto Henry Anderberh, que quiso darle un aire renacentista que evocara su lejana tierra, el norte de Alemania. Cuando por fin fue colocada la última piedra, cuatro años más tarde, el edificio estaba tan lejos de Nueva York que ni tan siguiera llegaba la luz eléctrica hasta allí. Pero el rápido crecimiento de Manhattan hizo que pronto quedara atrapado, como una singular creación, en medio de tanto rascacielos.
Su fama de maldito no le viene por su tétrico aspecto. El Dakota ha sido visitado por personajes famosos y algunos han dejado una huella maldita que aún no se ha borrado. Fueron célebres las largas veladas espiritistas que llevó a cabo el genio del cine de terror Boris Karloff, que un día si y otro también, contactaba supuestamente con los espíritus que tenían a bien acercarse hasta su humilde morada. También aseguran varios investigadores que en uno de sus lujosos apartamentos, a principios del siglo XX el mago negro Aleister Crowley, conocido como “la bestia 666”, celebró varios de sus estrambóticos rituales satánicos.
A mediados del siglo XX, Román Polanski decidió acudir al Dakota para rodar una de las películas emblemáticas del cine de terror: La semilla del diablo. Cuentan que Polanski acudió al consejo de Anton Lavey, el “papa” de la Iglesia de Satán, para que las ceremonias satánicas que pensaba mostrar en la película fueran lo más veraces posibles, lo que despertó la ira de los seguidores del maligno que se congregaron a las puertas del edificio para mostrar su disconformidad. Entre los allí reunidos se encontraba Charles Manson, que se haría tristemente famoso poco después al perpetrar la terrible matanza de Cielo Drive, que, entre otros, acabó con la vida de la actriz Sharon Tate, esposa del propio Polanski, embarazada de ocho meses. Dicho lo cual, por unos ocho millones de euros se puede comprar alguno de los apartamentos en el exclusivo Dakota. Las vistas son de muerte.
8.- Las cárceles del terror (Teruel, España).
Recorremos la provincia de Teruel, una de las regiones más mágicas del país, pues no en vano ésta es tierra de brujas desde tiempos inmemoriales. Junto a la medieval villa de Valderrobres, en las cumbres de La Caixa y de la Picosa, en otro tiempo se generaban tormentas que se atribuían a los demonios, y que por lo tanto había que exorcizar. Las gentes cuentan que el estruendo que producían estas tronadas era tan impresionante que parecía que un gigantesco diablo estuviera golpeando con violencia un enorme tambor a la entrada del pantano.
Y es que La Caixa ha sido durante siglos uno de los pocos lugares de la comarca en donde se celebraron aquelarres, según afirma la tradición brujeril de la zona. Pero aquí no sólo encontramos historias de hechiceras, plantas mágicas, o procesos inquisitoriales. También la crónica Aragón Reyno de Christo del padre Facy, nos habla de fenómenos meteorológicos extraordinarios, como lluvias misteriosas y repentinas de fuego o sangre; incluso de extrañas “campanas” luminosas que sobrevolaban los cielos de la región…
Y sin embargo nada iguala a las cárceles del terror, levantadas siglos atrás para combatir tanto saber pagano. Hoy es una ruta que se debate entre la historia y la leyenda, y donde la única certeza que tenemos es que entre las lóbregas paredes de estos lugares se sufrió demasiado…
Al atravesar las empedradas calles de Mazaleón, encontramos una de las cárceles mejor conservadas, preparada, como el primer día, para dar cobijo y desasosiego al preso… Se accedía a través del edificio Consistorial. Todavía hoy se aprecia que hay dos niveles: uno superior para los presos que gozaban de ciertos privilegios, y otro inferior donde se hacinaban los condenados “sin regreso”, que eran arrojados a través del alzapón, una pequeña trampilla. Una vez allí, en esta cámara tenebrosa, húmeda y oscura sobrecoge el alma ver el estrecho pasillo por el que iban los reos, y los cepos que atrapaban sus tobillos –los originales–, así como los grilletes, grillos y cadenas que los maniataban. Porque aquéllos que aquí entraban, ya no salían. Y como un testamento en la piedra que nos habla de los horrores que aquí se padecieron, quedaron escritos en sangre y sobre las paredes los testimonios de los reos que penaron su suerte entre sus muros.
Aquí los condenados acabaron implorando la llegada de la muerte. Por eso no es extraño que sean muchos los que aseguran que al atravesar el húmedo y agonizante pasillo que nos introduce de lleno en estos recintos, el ahogo, la sensación de estar siendo vigilados, sea constante. Y es entonces cuando la respiración se acelera, porque parece que hay alguien junto a nosotros, en plena oscuridad, y no es difícil percibir esa misma respiración forzada, el cuerpo llevado al límite, el último hálito de vida. Y después, la oscuridad.
9.- Mary King’s Close (Edimburgo, Escocia).
Bajo la ciudad de Edimburgo por la que pasean los turistas, existe otra ciudad oculta de callejones y pasadizos, donde según aseguran los cronistas, habitan las almas perdidas. Más allá de los supuestos fenómenos extraños que allí se manifiestan, es impactante ver en qué condiciones vivían los apestados en este mismo lugar siglos atrás.
Hay que remontarse al 1347, cuando la peste negra asolaba Europa y los callejones de Edimburgo se transformaron en guetos en los que se hacinaban miles de personas procedentes de toda Europa, aislados para evitar los contagios.
En 1665, el callejón de Mary King, en el corazón de la ciudad antigua, continuaba siendo un lugar donde se recluía a los enfermos, aunque la población disminuyó cuando el consistorio decidió levantar un muro para evitar que los apestados escaparan y extendieran la epidemia más allá de los barrios pobres. Tiempo después, cuando fue derribado, se descubrieron los cadáveres amontonados y comenzó su leyenda como lugar maldito.
Los callejones de los apestados son hoy uno de los reclamos turísticos de la ciudad. Al Mary King’s Close se puede acceder desde el edificio City Chambers, bajando por una escalera que parte de una tienda de souvenirs. Así se entra en un mundo anclado en el tiempo, lleno de dolor y de sufrimiento. El intento de recrear aquellos días está muy logrado y no es un lugar apto para claustrofóbicos. Los silencios retumban entre las bóvedas.
En los siglos siguientes no han faltado en este lugar las apariciones extrañas que hoy son recreadas de una forma bastante convincente. El más célebre de todos los espectros es el de la niña Annie, el fantasma más conocido de la capital escocesa. La misteriosa presencia saltó a las portadas de los medios de comunicación británicos a raíz de las investigaciones de la parapsicóloga japonesa Aiko Gibo. Durante el rodaje de un documental fue invitada a pasar unas horas en una pequeña casa del Mary King’s Close y allí, en un rincón apenas iluminado por los farolillos que colgaban de las desconchadas paredes, apareció una niña, en silencio, sin mover un músculo. La misteriosa chiquilla aseguró a la médium que había sido abandonada en aquel lugar en 1644, cuando la última epidemia de peste comenzó a causar un mayor número de bajas. Ella murió en aquella habitación en la que hoy se la recuerda con un arcón lleno de juguetes polvorientos, que conforme se llena son enviados a los orfanatos de la ciudad.
Vía: elpais
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