Travel Report » Entradas » Aculco: magia dulce y salada del Estado de México
Sep 30, 2015 Jesús Alonso ¿A DÓNDE VAS?, Estado de México, MÉXICO 0
Conocido por largo tiempo como un pueblo con mucho encanto, hoy Aculco ha sido reconocido como un inigualable Pueblo Mágico del bello Estado de México.
Aculco significa “en el lugar en que tuerce el agua”. De acuerdo a la traducción de la palabra en Otomí significa “dos aguas”, ya que en este lugar en el subsuelo se encuentran dos tipos de aguas la dulce y la salada.
Junto a las montañas y entre espectaculares peñas y cascadas, Aculco es una de las poblaciones típicas más bellas del estado. Conserva los rasgos de su arquitectura tradicional llena de callejones y casas de amplios patios y corredores, construcciones sostenidas por columnas de cantera y calles adoquinadas. La tranquila plaza central se adorna con la Parroquia de San Jerónimo, del siglo XVI, y el Santuario del Señor Nenthé, a quien los pobladores atribuyen milagros.
Este municipio del Estado de México tiene algunas riquezas naturales notables: por ejemplo, la Presa Ñadó, en un entorno de excepcional belleza, que alimenta la cascada de la Concepción, o el Salto de Tixhiñú con su espectacular paisaje de unas columnas basálticas que se extienden hasta el infinito. Algunos pobladores de Aculco muestran sus orígenes otomíes y visten de manera tradicional; elaboran tejidos de ixtle y lana con el que fabrican morrales, ayates, redes y prendas de vestir, de la misma manera en que lo hacían los antiguos indígenas.
En el centro de esta bella población típica se encuentra la hermosa Parroquia de San Jerónimo del siglo XVI que tiene en su sacristía una excelente obra del pintor Miguel Cabrera. A pocas cuadras del centro se encuentra el Balneario Municipal, importante centro de recreación para los visitantes y los propios pobladores. El sistema montañoso del estado culmina en el municipio de Aculco con el Cerro de Ñadó, que tiene una espectacular peña con una altura de 3,300 metros, todo un reto para los alpinistas.
En las cercanías está la presa Ñadó, ideal para las actividades campestres y la pesca deportiva, o las imponentes cascadas de La Concepción y Tixhiñú, ofrecen a la vista soberbias formaciones rocosas y columnas de basalto. La etnia otomí se distingue por sus vestimentas coloridas, con olanes y bordados. En Aculco la artesanía tiene ese inconfundible carácter que está presente aún en los hermosos trabajos de cantera.
Balneario Municipal
(Ubicado en las calles de Iturbide y Corregidora). Después de algún recorrido por las inmediaciones de la población, el Balneario Municipal, con su alberca olímpica, es el lugar ideal para practicar la natación o simplemente refrescarse; durante los periodos vacacionales se engalana con puestos de comida típica, artesanías y espectáculos musicales que complementan la diversión.
Parroquia de San Jerónimo
Los conventos, iglesias y catedrales de la región llevan evidentemente la marca de la arquitectura ibérica del siglo XVI; sin embargo, el estilo barroco mexiquense evidencia en algunos aspectos, la influencia de sus constructores indígenas. La parroquia de San Jerónimo se empezó a construir en 1540; en ella se observa la sencillez propia de los franciscanos y un estilo heredado del medioevo europeo, contra fuertes y ventanas pequeñas; en 1674 se inicia otra etapa de construcción, con un estilo barroco modificado llamado “Tequitqui”. Los atractivos principales dentro el convento son un vistoso reloj de sol y una pintura de Miguel Cabrera, uno de los artistas más cotizados de la época virreinal, “La Ultima Cena”.
Cascadas La Concepción y Tixhiñú
Sobre la carretera Aculco – Amanalco a 10 kilómetros de la cabecera municipal, en un paisaje rocoso resalta entre una barranca, una hermosa cascada que se nutre de las aguas de la presa Ñadó y corre sobre una calzada de columnas basálticas. En verano, el caudal hace de esta caída algo realmente impresionante, llega a alcanzar más de 25 metros de altura. Las paredes de basalto hacen de “La Concepción” el lugar perfecto para practicar rappel y el campismo. El salto de agua de Tixhiñú se encuentra ubicado 7 kilómetros al oeste de Aculco. El agua cae desde 15 metros de altura sobre magníficas columnas de piedra basáltica; el entorno está rodeado de árboles y arroyuelos. En temporada de lluvias, el salto de Tixhiñú es un espectáculo digno de verse, para apreciar la fuerza y la belleza de su caudal. No hay servicios.
Santuario del Señor de Nenthé
En este pequeño santuario de arquitectura moderna, se venera la imagen del Señor de Nenthé o “Señor del Agua” a quien se le atribuye un milagro. Según la leyenda, un día el viejo templo se incendió; los pobladores empezaron a buscar preocupados el paradero de la imagen; para su sorpresa la encontraron intacta al pie de una encina de la cual comenzó a brotar un manantial. Cuando la temporada de sequía es muy fuerte, los pobladores sacan la imagen para recorrer las calles del pueblo y pedirle a la imagen que llueva.
Colinda al norte con el estado de Querétaro y el municipio de Polotitlán; al sur con los municipios de Acambay y Timilpan; al este con el municipio de Jilotepec y al oeste con el estado de Querétaro.
De Toluca: Tomar la autopista 55 con dirección a Querétaro; en Atlacomulco, continuar por la carretera federal 55, unos kilómetros después de Acambay, está Aculco.
De la Ciudad de México: Tomar el periférico norte y continuar por la autopista 57 México – Querétaro, en el kilómetro 115 está la desviación a El Rosal y Arroyo Zarco, Aculco se encuentra a 15 kilómetros de la autopista.
De Querétaro: Salir por el boulevard Bernardo Quintana hacia San Juan del Río, en Palmillas tomar la carretera 55 hasta llegar a Aculco.
Disfruta de “la maravilla de tenerlo cerca” y conoce este nuevo Pueblo Mágico del Estado de México en una escapada de fin de semana, o mejor aún, Aculco y los otros ochos Pueblos Mágicos mexiquenses durante tus próximas vacaciones.
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