AGUA, AIRE Y TIERRA EN LA COCINA TABASQUEÑA
Aunque cada rincón de nuestro país posee una gastronomía única, la de Tabasco es sumamente particular pues incluye ingredientes de todo tipo: desde dulcísimas frutas hasta productos del mar y del aire. En esta ocasión, Cecilia García, Directora de la Oficina de Convenciones y Visitantes, nos da un paseo por la cocina tabasqueña que despertará tu antojo.
La capital y sus cercanías
Comencemos por Villahermosa: una ciudad cosmopolita que te puede ofrecer todo tipo de comida, pero que hablando de comida netamente tabasqueña tiene manjares. Uno de ellos son las horchatas tradicionales de coco y de arroz. Quien viene a Tabasco tiene que pasar por las horchatas de la Catedral. En las afueras de la ciudad, muy cerquita en realidad, yendo hacia Nacajuca está el corredor gastronómico Bijhi Yoko’tan donde se puede disfrutar de un pejelagarto asado con chile amashito y unas tortillas recién hechas. Una delicia.
Por la sierra de Tabasco
Después seguimos por Jalpa de Méndez. Ahí deben probar la butifarra, resultado de la influencia de la cocina española, pero en Tabasco corregida y aumentada. En la entidad tenemos una gran producción de embutidos, en la cual destacan las butifarras. Y ya que están ahí no se olviden visitar la parroquia de San Francisco de Asís, que es bellísima.
Siguiendo la ruta de la sierra, en Jalapa, Tabasco, se hacen dulces deliciosos. Casi cada casita de Jalapa tiene una forma diferente de hacer los dulces. Los postres en Tabasco son muy ricos pues tenemos una gran variedad de frutos: el maracuyá, el uspí, la guanábana. Con todos estos frutos se hacen merengues, jaleas, dulces de leche, etcétera.
Prosigamos con la sierra donde podemos encontrar también la longaniza, el chorizo y los quesos, los deliciosos quesos de poro que se han fortalecido mucho tanto en la región de la sierra como en la región de los ríos, donde ya tenemos un festival dedicado al queso. Está el Pueblo Mágico de Tapijulapa, a tan solo hora y media de Villahermosa, y donde pueden comer la más rica tortilla que se puedan imaginar. Esta se prepara con frijoles y carne y le llamamos la pizza tabasqueña, aunque su nombre original es pishul.
La zona de los ríos
Regresemos a Villahermosa para tomar otra ruta y visitar la Reserva de la Biosfera los Pantanos de Centla. Ahí pueden comer todos los frutos del mar, especialmente el ceviche blanco en la ciudad de Frontera. Si nos desplazamos más hacia la zona de los ríos, donde tenemos los más caudalosos del país, el Grijalva y el Usumacinta, podemos disfrutar de las famosas acamayas, preparadas en múltiples maneras, además del robalo, los camarones y, otra vez, los quesos: el queso ahumado de Tenosique y el queso de poro, cuya Denominación de Origen estamos buscando.
Y quiero terminar con nuestra joya de la corona que es la ruta del cacao y el chocolate. En Comalcalco todo gira alrededor del cacao: el mucílago de cacao para preparar un agua deliciosa pero poco conocida; el chocolate con agua, con leche o con pimienta. A 13 kilómetros de Comalcalco se encuentra Paraíso, donde podemos comer unos ostiones al tapesco, que no son otra cosa que ostiones ahumados naturalmente. También pueden probar las almejas al chiltepín con una salsa picosa pero que se aguanta porque es deliciosa. Y por supuesto, el pato al pijije, que se consume en todas las casas.
Tabasco, en resumen, tiene una gastronomía muy diversa: de aire, de mar, de agua dulce y de tierra. Si algún día quieren hacer un viaje gastronómico, vengan a Tabasco, el edén de los sabores.
Si eres amante del Chocolate recuerda que del 20 al 24 de noviembre del 2014 te espera el 4º Festival de Chocolate en Tabasco: 
