Travel Report » Entradas » Música para llevar: Quito, Ecuador
Abr 21, 2015 Jesús Alonso ¿A DÓNDE VAS?, INTERNACIONAL 0
Acompaña tu recorrido por la bella capital del Ecuador con esta selección de melodías que sin duda alguna te ayudarán a descubrir a fondo la esencia de “La mitad del mundo”.
Compuesta por Alfredo Carpio Flores, El Chulla Quiteño es una canción que se escucha sobre todo durante las fiestas de Quito y en las reuniones de los amigos del barrio, se cree que fue compuesta en 1946. El Chulla Quiteño se escribe como homenaje al típico hombre antiguo de Quito, es aquel bohemio para quien la farra, los enamoramientos y la visión sencilla y simple de la vida eran sus principales atributos.
La canción comienza: En vida que me quisieras/de muerto ya para qué / ahí todo se ha de quedar… Una de las canciones más populares de ecuador con la que se canta y se llora en las fiestas familiares, reuniones sociales, bailes públicos y sobre todo las personas que viven fuera de su país.
Es interpretada por Gerardo Morán y compuesta por David Alajo. Este último, dice que se inspiró en la muerte de sus seres queridos a los que amó mucho y que en vida no les había dado el valor que se merecían.
Escrita por Jorge Salas Mancheno y grabada por el dúo Benítez Valencia. Cuenta la historia que la pieza fue hecha para su esposa Aída, quien fuera Reina de Quito en 1946, pues ella siempre había querido que le escribieran una canción. Agarro su guitarra y empezó a escribir acerca de lo bonita que era, que era la reina de sus amores, una mujer quiteña, una mujer linda.
Pieza que salió de las fiestas de la ciudad, fue escrita por Hugo Moncayo con música de Carlos Guerra, canción 100% quiteña escrita en los años 30 en la más quiteña de las calles: La Ronda. Un tema que salió de una tarde de conversación, música y letras. Está dedicada literalmente a la guitarra de Carlos Guerra, que esa tarde fue el centro de atención, tanto que decidieron dedicarle una canción.
Compuesta por el cantautor Segundo Bautista, en voces del Trío los Montalvinos; una pieza que hace honor a los ecuatorianos que han tenido que dejar su patria, su tierra chica y hasta sus fincas y el campo. Es un himno a los migrantes, sus vivencias y anécdotas. Bautista es el único compositor ecuatoriano que es parte de la Galería de Grandes Compositores del Mundo.
Interpretada por Julio Jaramillo y escrita por Guillermo Garzón Ubidia, pertenece al género musical sanjuanito que se baila y se escucha en Ecuador, este género tiene su origen desde antes de la conquista española. Es un ritmo que transmite alegría y emociones perfectas para las fiestas de pueblo. Se suele bailar formando círculos, tomados de la mano y girando de un lado a otro. Es perfecta para sacar a relucir sus trajes autóctonos, costumbres y cultura.
Escrita también por Jorge Salas Mancheno, que según él cuenta, fue una canción que llegó por añadidura. Es una canción dedicada a su querida capital, a la que describe como un jardín de inspiraciones, el lugar donde todos sus anhelos se cumplieron. Una pieza que representa el orgullo de ser y vivir en Ecuador.
Interpretada por el Dúo Benítez –Valencia y escrita por Jorge Carrera, Jorge Enrique Adoum, Hugo Alemán y Jaime Valencia, es una pieza que fue compuesta en 1950. Según cuenta la historia, la canción fue inspirada por una pintura que vio Jorge en la cual había una vasija de barro, y dentro de esta, unos esqueletos pequeños de niños. Esta era la manera en que los Incas enterraban a sus familiares dentro de la vasija junto con alimentos. De ahí que se escribieron los versos… Yo quiero que a mí me entierren/ como a mis antepasados/ en el vientre oscuro y fresco/ de una vasija de barro.
Un tema inmortalizado por el cantautor de Carpuela, Milton Tadeo, icono musical para los afroecuatorianos. La escribió a inicios de la década de los 80`s, la canción fue escrita bajo el contexto de que en Carpuela por el crecimiento de un río por el cual se perdieron varias de sus tierras, fue por este motivo que tuvieron la necesidad de irse a trabajar al oriente.
Compuesta por el chulla cantautor César Guerrero Tamayo en 1918. Pertenece al género musical autóctono de Ecuador llamado Pasillo, se le considera como una canción emblemática de la música nacional ecuatoriana. Se llama así por que su autor lo compuso durante su juventud, época en la que vivió en Colombia, fue aquí dónde se enamoro de una bella joven llamada María del Carmen. Durante ese tiempo, el estar enamorado de una mujer se le decía que era estar hecho el aguacate por ella.
Es una canción que se hizo popular en la voz de Julio Jaramillo, es parte de un poema llamado “El último ruego” del peruano Federico Barreto escrito en 1920. El poema fue retomado por el compositor peruano Rafael Otero que con algunas variaciones y música de su autoría, la convirtió en la canción “ódiame”. Se hizo popular gracias a la voz de Julio Jaramillo en 1965, fue gracias a él que se volvió un éxito en todo el continente.
Porque el mundo también se puede recorrer a través de su música, estas canciones pueden ser un excelente playlist para tu próxima visita a Quito.
Ago 06, 2016 0
Ago 06, 2016 0
Ago 05, 2016 0
Ago 05, 2016 0
Sep 22, 2017 0
Sep 18, 2017 0
Sep 13, 2017 0
Sep 08, 2017 0