Centro Histórico, un abanico de entretenimiento
El centro de la Ciudad de México es el combo perfecto, hay museos, mercados, restaurantes, bares y mucho entretenimiento.
Razones para ir a caminar, comprar, comer o conocer el centro sobran, su magia radica en que a pesar de que lo conozcas como la palma de tu mano siempre hay motivos para regresar pues en cada rincón siempre hay propuestas diferentes.
¿Sabías que hay 21 museos en el centro histórico? Sí, aquí la cultura y las propuestas clásicas o emergentes de diversos artistas nunca se acaban, hay para todos los gustos, desde el monumental Palacio de Bellas Artes, el Museo Nacional de Arte, El Colegio de San Ildefonso, por mencionar algunos son lugares que siempre tendrán algo que ofrecernos en 
cada visita.
Digamos que quieres explorar otras partes de este barrio y algo fuera de lo habitual, sobre eje central Lázaro Cárdenas, frente a la Torre Latinoamericana esta la Frikiplaza, lugar de ensueño para geeks, amantes del anime o manga y por supuesto los videojuegos. En este recinto abunda la cultura oriental, encontrarás sushi, onigiris y cientos de artículos como peluches pokémon o hasta las esferas del dragón.
Estando en el centro es imposible resistirse a no comprar, sobre todo en el andador de Madero, gasta tu morralla con los distintos personajes que deambulan por ahí y tómate una foto para el recuerdo.
El dicho “barriga llena corazón contento” le cae como anillo al dedo a quien ande por el centro, entre tanto caminar se abre el apetito, sería un pecado no probar algo sabroso en el Centro Histórico, la variedad gastronómica que encontramos ha evolucionado con el tiempo, pues ahora no sólo hay tacos, tortas o simples cafeterías, sino que también podemos deleitarnos con comida gourmet, o hasta disfrutar de delicioso café en un museo.
Ya sea entre semana o el fin, el centro histórico siempre es la opción para que los días se vuelvan más amenos y menos rutinarios.
Para empezar, tomar un respiro o al terminar tu día no te olvides de pasar al Balcón del Zócalo para refrescarte o deleitar el paladar con su deliciosa propuesta gastronómica.
