Travel Report » Entradas » Cinco templos de “salud” del Centro Histórico de la CDMX.
Ago 29, 2015 Jesús Alonso GUÍAS DE 10 0
“Chupando que es gerundio” será el grito de batalla cuando hagas este recorrido por cinco imperdibles cantinas que son verdaderos templos para el olvidar el dolor y las penas en el majestuoso Centro Histórico de nuestra incomparable Ciudad de México.
Ubicado en la calle de Venustiano Carranza número 49, no necesitarás ser aficionado a la llamada fiesta brava para disfrutar de unos buenos alcoholes en esta cantina y museo taurino. El lugar presenta cierto grado de descuido, pues así lo patentan los descascarados posters de índole taurina que adornan las paredes, las opacas vitrinas con los trajes de luces y los deslucidos oleos sobre tauromaquia que llaman la atención de propios y extraños.
La carta de comida y bebidas es de lo más variado de la zona. La sopa Azteca y el molcajete de carnes son clásicos. En cuestión de bebidas, una amplia selección de brandis españoles, vinos, mezcales y vodkas marcan la pauta, pero no hay que perdonar saborear la cerveza de la casa, de tipo oscura y que muy bien acompaña a cualquier botana. En este renglón destacan el caldo de camarón, los sopes, chicharrones y las deliciosas quesadillas de papa.
Si ya te sientes animado, la rockola en el medio del salón tocará las rolas de temporada, pero no de esta, si no aquellas en las que rifaba la voz de Agustín Lara, la Sonora Dinamita y los Ángeles Azules, pasando por Roberto Jordán y Cesar Costa.
Lleve efectivo, pues su histórica caja registradora no acepta que le burlen pagando con tarjetas de crédito o “de servicio”.
Comparte con La Faena los bajos del que fuera el Palacio del Marqués de Selva Nevada y cuyo interior se adaptó a finales del siglo XIX para transformarse en el Hotel Mancera, mismo que cerró sus puertas por allá de 1979. El elegante Bar Mancera quedó como una gran herencia para sus beodos asiduos.
El lugar luce una discreta cabina con un teléfono antiguo, una delicada iluminación gracias a sus lámparas de estilo art noveau y una elegante barra de madera. Estos detalles, junto con la buena comida y las no adulteradas bebidas del lugar, hacen del Bar Mancera una cantina excepcional.
Un detalle que hace aún más especial al Bar Mancera, es el hecho que en su barra te puede tocar ser atendido por la única “Barwoman” de todo el Centro Histórico de la Ciudad de México, bueno, al menos eso afirma ella.
Ubicado en República del Salvador número 42, La India cumple en este año 100 años de inquebrantable labor refrescante. Es un collage entre lo antiguo y lo moderno gracias a las remodelaciones que ha tenido esa zona del Centro Histórico. La decoración es sencilla y el mobiliario es austero por decir lo menos, pero una gran cantidad de parroquianos que la frecuentan avalan una visita a esta india.
Es perfecta para beber como Dios manda y sin mayores pretensiones. En cuestión de botanas, estas van de lo ligero a lo más sustancioso: sopa de pasta, arroz, pollo en mole verde, etc. Y en donde puedes contar hasta 10 guisados que cambian cada día.
Claro que tienen sus especialidades, en cuestión de bebidas no te pierdas el Cóctel Afrodisíaco y en comidas: el chamorro y las criadillas.
Ubicada exactamente en la esquina de Independencia y Dolores, junto al barrio chino, Tío Pepe es un lugar único del Centro Histórico en donde lo importante en realidad es la bebida y no la comida.
Una bella y enorme barra con su mostrador de estilo “Art Nouveau”, mesas rojas y espejos opacos hacen de cantina un lugar viejo que mucho se goza y se disfruta plenamente. La decoración es un viaje en el tiempo hasta el Porfiriato.
No hay mesas, sino cómodos gabinetes para acomodar hasta cuatro personas. Aquí el menú se reduce a tacos de guisado, pero su variedad y calidad hacen que la visita valga mucho.
Ubicado en la calle de 5 de Mayo número 10 esquina con Filomeno Mata, conservó la decoración Art Nouveau que lo sigue caracterizando, La Ópera es un bar que uno no puede dejar de visitar cuando estás en la Ciudad de México ¡No puedes! Pues si no lo conoces, entonces no has estado en el Centro Histórico de nuestra gran ciudad capital.
Los muebles son de madera tallada con asientos tapizados en terciopelo rojo; lunas biseladas óleos en cada gabinete y una hermosa barra traída desde Nueva Orleáns. Los techos están barrocamente decorados y bañados con hoja de oro.
Cuenta la leyenda que fue aquí donde Emiliano Zapata y Francisco Villa se echaron algunos tragos, y que el Centauro del Norte, en un acceso, disparó su pistola e hizo un hueco en el techo… mismo que todavía se puede apreciar.
A diferencia del bar La India, este lugar sí está lleno tanto de nacionales como de turistas extranjeros, quienes degustan con gran entusiasmo de las bebidas y los platillos que aquí se sirven con la alegría que emana de la barra y la cocina.
Las especialidades de la casa son los caracoles en salsa de chipotle, el chamorro a la gallega, la sopa de mariscos y la lengua a la veracruzana. De martes a domingo, hay un grupo de músicos que igual tocan valses porfirianos que boleros y danzones.
Pues no cabe duda que el Centro Histórico de la Ciudad de México está lleno de atractivos y sorpresas, y un recorrido por sus cantinas es una de ellas. Para disfrutarlas todas, lo mejor es hospedarte en el corazón de esta zona, y para eso, una excelente opción, si no es que la mejor, es la que nos ofrece el hotel Zócalo Central, ubicado en la calle 5 de Mayo número 61, así es junto a la plaza mayor por lo que tendrás unas vistas únicas.
Si ya te animaste, dale “click” al siguente enlace para que hagas tu reservación ahorita.
Feb 19, 2017 0
Ene 09, 2017 0
Dic 20, 2016 0
Dic 06, 2016 0
Ago 02, 2017 0
Jul 20, 2017 0
Jul 05, 2017 0
Abr 27, 2017 0