Travel Report » Entradas » Cómo encontrar hoteles baratos
Jun 28, 2013 Jesús Alonso TRAVELER TIPS 0
Este es uno de los inconvenientes a la hora de viajar: encontrar un hotel adecuado y además económico. El vuelo siempre suele ser el principal gasto de un viaje, sin embargo los hoteles ofrecen un sinfín de opciones para hospedarse por módicos precios, en el país elegido. Las formas de viajar van evolucionando con el paso del tiempo y con ellas, son menos los escrúpulos que se tienen a la hora de elegir el alojamiento. Toma nota acerca de cómo encontrar hoteles baratos.
La imagen del típico hotel ha evolucionado, ofreciendo al turista numerosos sitios a la hora de buscar alojamientos. Estos son moteles y hostales de menor categoría que un hotel convencional, pero que en ocasiones representan mucho mejor la esencia del destino. Por ejemplo un típico riad en Marruecos o un hostel en Londres donde desayunarás un típico english breakfast. El precio es más económico que el de un hotel de varias estrellas y el confort será el mismo.
En muchas ocasiones son las familias locales del destino las que ofrecen sus casas como alojamiento por un módico precio, e incluyen servicios de comida y lavandería. Son los conocidos guest house. Si estuviésemos de ruta en Alemania por ejemplo, además del ahorro, podrás alojarte en una típica casita de cuento en un pueblo mientras la propietaria te prepara un strudel de manzana. Estos establecimientos puedes encontrarlos en diferentes sitios web.
Sin embargo, si eres un turista de gustos convencionales y lo tuyo es un hotel normal, siempre hay buscadores en el que es necesario comparar opiniones. Te sorprendería la cantidad de posibilidades que puedes encontrar.
Los descuentos también son un buen método para aprovechar los servicios de un hotel. Diferentes páginas ofrecen descuentos de entre el 25 y 60 por ciento, si contratas en el momento adecuado, generalmente en temporada.
El hecho de viajar a un determinado destino en temporada aumenta siempre el precio final. No es lo mismo visitar Cancún en agosto que en abril, o Londres en octubre, lo cual siempre nos permitirá ahorrar dinero sin desaprovechar el momento en el destino.
Algunas ciudades también resultan ser más económicas si se viaja entre semana y no en fines de semana o días festivos.
Los hoteles, en ciertas ocasiones (al igual que las aerolíneas) suelen rebajar el precio final de la habitación si llegas en horario vespertino y el cupo del hotel no ha sido cubierto.
No sólo de establecimientos hoteleros vive actualmente el turismo, pues Internet, al igual que facilita ofertas y bancos de datos de hoteles, también establece diversas redes sociales en el que turista y anfitrión puede entrelazar un acuerdo.
Algunos sitios web ofrecen posibilidades de alojamiento en 34.000 ciudades de 192 países diferentes. Una persona que posee un apartamento sin uso puede alquilarlo por días y horas a una pareja de turistas, por ejemplo. También incluyen una sección de Atención al Cliente, algo que da confianza a los turistas más escrupulosos, y diversos mapas interactivos para iniciarte en la ciudad y elegir la zona adecuada donde hospedarte.
Otros sitios web, ejemplos del turismo del siglo XXI, ofrecen servicios enfocados a ciertas necesidades puntuales en lugares desconocidos o para una escala entre viajes. Este tipo de redes sociales comunican a anfitriones, que ofrecen generalmente un sofá para dormir, con los turistas. El pago se basa en la voluntad del visitante, sin haber un contrato acordado.
El turismo voluntario también está en alza. Viajeros que necesitan vivir nuevas experiencias de un modo más humilde y económico. Existen granjas ecológicas en las que el turista puede hospedarse y trabajar para sus dueños a cambio de una cama confortable y la comida del día. Otras granjas ofrecen servicios similares bajo otra modalidad más variada, como ayudar en una granja de huskies en Finlandia como ayudar a niños pobres del Tercer Mundo.
El turismo evoluciona con el paso del tiempo e Internet es la entrada perfecta a un mundo de posibilidades. Tan sólo es necesario comparar, investigar un poco y en ocasiones confiar en la buena fe de negocios o métodos que hace años nos parecerían absurdos, pero que ahí están, facilitando el disfrute de un alojamiento por un precio módico.
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