¡Qué no te vean la cara de extranjero!

Entre taxis de dudosa procedencia, hoteles sobrevaluados y restaurantes alegóricos, es fácil caer en las trampas para turistas. Ahorra dinero y tiempo evitándolas.

Cargos por exceso de equipaje

Cuando estés en casa yendo por todo tu armario en busca del atuendo perfecto para el día y la noche y cualquier ocasión que puedas imaginarte (nunca sabes, ¿verdad? podrías ser invitado a una ópera o a una excursión en la montaña), el agregar una pieza extra de equipaje podría ser lógico o hasta práctico. Pero la probabilidad indica que no será el caso y que no vestirás toda la ropa que empaques, y por lo tanto, terminarás pagando por algo irrelevante que no viene al caso. Intenta hacer uso del servicio de lavandería en caso de que necesites ropa limpia o, sólo si la ocasión lo amerita, adquiere esa prenda que te haga falta; pagarás menos por ello que por cinco kilos extra de ropa que sólo pasearás.

Seguro de viaje

Revisa bien las cláusulas, ¿de qué te servirá una cobertura limitada que puede no apoyarte en tu caso específico? Lo mismo pensé. Si no tienes cobertura completa (a falta de un seguro de gastos médicos mayores), adquiere el mejor plan de acuerdo a tu viaje o mejor no compres nada.

Taxis de dudosa reputación

La reputación en su contra así como su falta de escrúpulos, no conocen fronteras, entre tarifas exageradas no autorizadas, rutas que juegan con nuestro sentido de la ubicación, cambio equivocado al pagar, olores misteriosos y malos tratos. En vez de subirte al primer taxi que se te ofrezca, repara en si el automóvil está etiquetado, en si el conductor porta una licencia visible y si hay una tabla de tarifas disponible. Tampoco te cuesta nada si verificas que venga de un sitio y si no ves un taxímetro a la primera, pregunta.

Comer como un turista

Suena taaaaan sencillo pero el comer como la gente local cada que puedas significa evitar de manera deliberada todas esas trampas para turistas. Siendo un poquito más precisos, mantente alerta e identifica aquellos restaurantes demasiado adornados o incongruentes, como un restaurante mexicano en medio del bosque, o establecimientos que presuman de sus vistas panorámicas. En vez de eso, pregunta a un taxista, a un mesero, a la persona frente a ti en la fila para entrar al museo. Si te da pena preguntar, fíjate qué tipo de personas ocupan las mesas de ese restaurante. ¿Hay cámaras, vestimentas típicas, parecen fiesta temática? También puedes utilizar Yelp o Foursquare; seguramente alguien habrá dejado una recomendación en un idioma que puedas leer.

Hoteles en el centro

Especialmente en las capitales más importantes, una habitación de hotel en lugares como Manhattan, Westminster o el centro de Tokio pueden parecerte atractivos sin importar el vecindario en el que se encuentren, pero para la cantidad de dinero que pagarás, lo más probable es que no obtengas mucho, pues por lo general son hoteles viejos con habitaciones minúsculas. Antes de reservar, investiga todo lo que puedas sobre ese hotel que se ve tan bien ubicado y evítate sufrimiento.

Vía: http://nomadistas.com/2013/10/09/evita-las-trampas-para-turistas      /Por Ricardo Vázquez