El ocaso de una cumbre
El Diccionario de la Real Academia de la Lengua Española define la palabra ocaso como: Decadencia, declinación, acabamiento.
La reciente Cumbre Tajín, (tal como lo mencioné en un artículo anterior), debido a la ausencia de compromiso del gobierno de Javier Duarte con el turismo del estado, ha dejado una terrible secuela de daños y destrucción a las festividades más importantes de los veracruzanos
Desolación, tristeza y nostalgia fue lo único que pudo observarse en el rostro de los totonacas durante el cierre de Cumbre Tajín; a pesar del esfuerzo hecho por cada uno de ellos por brindar un gran festival como cada año lo hacen, esta vez el cartel musical de calidad ínfima comparado con años anteriores (excepto el espectáculo de Lila Down, incluido “al cinco para la una”, como acción desesperada), terminó por perjudicarlos, al grado de que en las taquillas apenas y se registró un promedio de 10 por ciento de entradas.
Con unas carreteras que los mismos pobladores consideran lamentables y que este año el gobierno estatal no le dio una “manita de gato”, como en ediciones anteriores, y en particular de la que conduce al parque temático, en nada facilitó la llegada de turistas, y en esencia la mayoría asistente a las actividades del primer día, provino de las poblaciones de los alrededores.
A pesar de que los organizadores se encargaron de mencionar cientos de veces que la décimo séptima edición del Festival de la Identidad sería un éxito, no fue así. Incluso la rueda de prensa que en cada cierre se realiza en el auditorio Juan Simbrón, para dar a conocer los resultados obtenidos, fue suspendida; el director de la Cumbre, se ocultó de los medios de comunicación para evitar ser entrevistado. La mayoría de los talleres no recibió la afluencia esperada.
El elenco artístico del primer día, tocó con un escaso público que pago su boleto, y los puestos de bebidas como cervezas y refrescos, y los de comida brillaban de vacíos. Los pasillos de los talleres que deberían estar repletos, lucieron vacios, durante toda la Cumbre 2016.
Lo más lamentable es que la SECTURC estatal, mantiene en sus discursos que ha sido un éxito el evento, en sus boletines de prensa Duartista, que nadie de la población cree, debido a la lamentable situación económica y de inseguridad que vive Veracruz.
La inseguridad es otro de los grandes problemas, desde el record de asesinatos de periodistas, homicidios, extorsiones a negocios, hasta el reciente aumento -a una escala de crecimiento geométrico- de secuestros que terminan por lo general con la muerte de sus víctimas.
Los delitos cometidos contra los escasos turistas que acudieron a la Cumbre de Tajín, es algo que quedará enterrado en el silencio, si bien tal vez a nadie importe, porque es probable que esta haya sido la última cumbre, gracias a la ineficiencia del gobierno Veracruzano. Sin duda alguna mientras no exista un compromiso sólido y a largo plazo con el desarrollo turístico de Veracruz, pocas esperanzas tendrá de ser un lugar mochilero y de paso, en comparación con otros destinos turísticos de México.
La reflexión es suya, hasta la próxima.
