Travel Report » Entradas » Destinos para veranear lejos de las masas
Jun 27, 2014 Jesús Alonso ¿A DÓNDE VAS? 0
La hermosa Menorca. Con una temperatura en torno a los 20-22 grados, acudir a Menorca en junio equivale a andar listo. Esta joya del mediterráneo se pone imposible en julio y agosto, pero en los prolegómenos del verano resulta ideal para ir de cala en cala sin preocuparse por el reloj. Uno de los rincones más bonitos es, sin duda, Cala Galdana, con su playa de aguas cristalinas y entorno rodeado de pinos. Al caer la tarde, no hay nada como un paseo por el puerto de Ciutadella, con una ensenada que penetra entre los edificios creando una sensación de cuento.. pasado por agua.
El salvaje Cabo de Gata. En Cabo de Gata todas las playas son buenas. Tanto si vamos a Mónsul o Genoveses como si acabamos en Cala Rajá o Cala Arena, tendremos la sensación de estar en algo parecido al paraíso. El valle de Rodalquilar, que forma parte de la Ruta de los Piratas, es otro de esos enclaves en los que perderse en medio de la naturaleza para olvidarnos por unos momentos del quienes somos, de dónde venimos y a dónde vamos. Para alojarnos, nada mejor que Las Negras, un pequeño pueblo, habitado exclusivamente por pescadores en el pasado y que ahora funciona como el centro turístico menos masificado de la zona.
Verano en Berlín. Hay ciudades, como Berlín, en las que su encanto se multiplica a medida que se van aproximando los meses más cálidos del año. Antes de que llegue el aluvión de turistas a la búsqueda de la foto con el muro, podemos aprovechar los largos días de junio para hacer un picnic en los alrededores del Reichstag o dar un paseo por los barrios de Kreuzberg o Prenzlauer Berg. En la antigua parte oriental también se aprovecha la llegada del buen tiempo para disponer todo tipo de mercadillos de antigüedades o ropa: parada obligada en el camino hacia el último vestigio del muro que sigue en pie.
Pueblecitos pescadores en el Algarve. El Algarve ya no es la zona semidesconocida en la que solo unos pocos veraneaban. Faro o Portimao son testigos (mudos) del desarrollo de la zona. Sin embargo, en la punta de Portugal aún es posible encontrar el sabor de auténticos pueblos de pescadores como Carvoeiro, al margen de todo el aluvión turístico. Rodeado de pequeñas playas, como la muy pintoresca Praia do Paraiso, el puerto del pueblo es el lugar ideal donde comer unas sardinas a la brasa acompañadas de una ensalada de pulpo y dejar pasar las horas sin preocuparse.
De paseo por las Cinque Terre. Monterosso al Mare, Vernazza, Corniglia, Manarola y Riomaggiore son los cinco pueblos que forman la región italiana de Cinque Terre. Patrimonio mundial de la UNESCO, esta zona de la Liguria italiana, con sus casas de colores asomadas al mar y su escarpada fisonomía invita a largos paseos con los que los senderistas disfrutarán como enanos. También hay algunas playas poco transitadas en Corniglia, el pueblo más alejado, que harán que haya merecido la pena llegar hasta allí. Después de la caminata (o del baño) hay premio: una cena a la luz de las velas en alguna de las pequeñas trattorias diseminadas por cada uno de los pueblos.
Vía: tendencias.cincodias por Javier Sánchez
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