Travel Report » Entradas » Leyenda Costa Rica: El Cura sin cabeza
Ene 31, 2016 Jesús Alonso ¿A DÓNDE VAS?, INTERNACIONAL 0
Hoy en historias y leyendas de México y el mundo nos vamos hasta Patarrá en la bella Costa Rica, este relato antiguo, nos dejará helados conforme la lectura avance, a lujo de detalle nos narra la aparición de un horrible cura que sólo Dios sabe lo que busca.
En tiempos remotos en el distrito de Patarrá, Costa Rica vivió don Rafael Reyes, el viejo más alegre del pueblo, quien nunca se perdía los festivales y celebraciones de la localidad permaneciendo en vela, bailando a ratos, bebiendo copas y enterándose de cuanto ocurría en los alrededores del poblado. Un día, después de realizar su trabajo en la aldea, se preparó para el festejo acostumbrado, que duraba hasta altas horas de la noche. Las copas y la diversión se hicieron acompañar de una disputa callejera que no llegó a mayores gracias a la intervención de los amigos de don Rafael, quienes lo montaron en su caballo y lo pusieron en camino a su casa, pues el hombre se encontraba ya en muy malas condiciones como para regresar por propio pie a su casa.
La madrugada, aún oscura y fría, acompañaba el paso del jinete quien confiado del buen instinto de su caballo se dejaba llevar por el sendero. Don Rafael cruzó varios poblados sin problema alguno hasta que el viaje lo llevó a una larga calle, donde el camino se divide y las sombras invaden el alma. A pesar de que don Rafael conocía las historias terroríficas que se decían de aquel lugar, las copas le daban valentía para continuar su recorrido. A unos cuantos metros, se encontró con la plazuela del pueblo y más al fondo vislumbró una capilla, se frotó bien los ojos porque no tenía memoria de que allí hubiera existido esa construcción, pero terminó desvaneciendo sus dudas cuando con un escalofriante y enérgico sonido, repicó la campana llamando a misa.
Extrañado por aquel sonido pero dispuesto a saber qué ocurría bajó del caballo y entró al frío y lúgubre templo, iluminado únicamente con unas cuantas veladoras. Hincándose y haciendo oración, don Rafael se mantuvo en silencio hasta que la voz de un cura comenzó a entonar un cántico en latín. Al percatarse que no se encontraba solo don Rafael levantó la mirada y fue entonces cuando se dio cuenta que el cura no tenía cabeza y que el cántico en latín aumentaba su potencia. Tal fue la impresión que don Fernando se levantó sobresaltado con el corazón a punto de salir de su cuerpo y salió del templo, cayendo en varias ocasiones, pero sin detener su paso.
Mientras escapaba a la capilla, no podía dejar de escuchar alaridos, lamentos y el potente sonido de la campana que lo atormentaba a cada instante. Momentos después, don Rafael se desvaneció en la plaza y no supo más de si. Al día siguiente, fue encontrado por algunos lugareños quienes lo levantaron y lo llevaron con su familia.
Don Rafael, jamás ha vuelto por la plazuela después de medianoche, pero sus conocidos juran que las campanas y los cánticos del cura aún se perciben en aquellos oscuros rincones del pueblo.
No se pierdan la siguiente leyenda, donde les cuento las diferentes historias y relatos de cada rincón del mundo, porque leer también es viajar.
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