Escapadas mágicas desde Tlaxcala
Aunque la ciudad de Tlaxcala tiene muchos atractivos para pasar varios días sin aburrirse, en sus alrededores hay muchísimo que ver y que hacer. Si tienes la oportunidad, no dejes de escaparte a los siguientes destinos:
Tlaxco: historia, naturaleza y sabor
Foto: www.visitmexico.com
Al norte del estado de Tlaxcala, se encuentra Tlaxco, un Pueblo Mágico rodeado por bosques, arroyos y quebradas. Es muy conocido por sus calles de encanto colonial, su magnífica parroquia de San Agustín, las milenarias pinturas rupestres de sus cuevas, y su Palacio Municipal, cuyos espejos franceses fueron donados por Porfirio Díaz.
Además de su arquitectura y su historia, Tlaxco tiene otro gran atractivo: nada más y nada menos que su queso. Preparado artesanalmente, es un arte que se ha transmitido de generación en generación. En tu visita, no dejes de probar el queso tenate de la Casa de la Tía Nila, el favorito de los locales. Otras delicias de Tlaxco son el chamorro en chiltepín y el mixiote de carnero, la especialidad del restaurante Rincón Taurino.
La región que rodea Tlaxco es especialmente conocida por sus haciendas y sus ganaderías de toros bravos, una visita obligada para los amantes de la tauromaquia. Si te gusta el pulque, te recomendamos darte una vuelta por las históricas haciendas de San Buenaventura y Xochuca, donde podrás aprender de sus procesos y probar sus sabores.
Huamantla: toros, tradición y manos mágicas
Huamantla es indudablemente uno de los Pueblos Mágicos más icónicos de la región central del país. Es hogar del Ex-Convento Franciscano de San Luis; el Palacio Municipal, decorado con un mural del maestro Desiderio Hernández Xochitiotzin, la Parroquia de San Luis, de cantera gris y magnos retablos; y de varias preciosas haciendas, como la de San Francisco Soltepec, Santa Bárbara y Guadalupe.
Sin embargo, su mayor atractivo es sin duda alguna su cultura y su tradición. Huamantla es bien conocido por los dos eventos principales de su Feria: “la noche que nadie duerme” y la Huamantlada. En la primera, la gente del pueblo se reúne para crear espectaculares alfombras de aserrín y flores que cubren varios kilómetros de las calles para recibir la procesión de la Virgen de la Caridad. La Huamantlada, llevada a cabo al día siguiente, es una celebración inspirada en la Pamplonada, en la que se liberan varios toros de lidia en las calles del pueblo. Vale la pena visitar también el Museo Taurino de Huamantla, junto a la plaza de toros. Además de su feria, los artesanos de Huamantla tienen una larga tradición titiritera, un complicado arte que se puede apreciar en el Museo Nacional del Títere.
Además de estos Pueblos Mágicos, vale la pena visitar otras comunidades como Apizaco y Calpulalpan, cada uno con atractivos propios.
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