GEOGRAFÍA MUSICAL: ANDALUCÍA
Comunidad autónoma de España, desplantada entre la Sierra
Morena, los Sistemas y Depresión Béticos, bañada por ríos como
el Guadiana, Guadalquivir y Barbate, e integrada por las
provincias de Almería, Cádiz, Córdoba, Granada, Huelva, Jaén,
Málaga y Sevilla, la caleidoscópica Andalucía es el producto sui
géneris del encuentro milenario entre las culturas íbera, celta,
fenicia, cartaginesa y romana, pero ante todo musulmana. Ello,
porque ¿quién podría pensar en Al Ándalus sin evocar la belleza
indescriptible de sus edificios andalusíes como la Giralda, la
Mezquita de Córdoba o la Alhambra? Tierra pródiga de arte y de
simbolismo, dio a España y al mundo compositores de la talla de
Cristóbal Morales y Francisco Guerrero, así como de Joaquín
Turina, Andrés Segovia y Manuel de Falla. Los dos primeros,
Morales y Guerrero, habrían de marcar su sello a toda una época
de la historia musical sacra hispana durante el Renacimiento,
desde el momento en que su obra dio vida a la escuela polifónica
organística andaluza cuya sede tuvo lugar propiamente en la
Catedral de Sevilla, Santa María de la Sede, bastión de la
religiosidad cristiana, la más amplia de las catedrales góticas del
mundo, erigida desde el siglo XIII sobre la Mezquita Mayor y
donde yacen los restos mortales de Cristóbal Colón y Alfonso X el
Sabio. Turina, por su parte, quien contribuiría a sentar las bases
del sinfonismo hispano a través de composiciones como las
Sinfonías Sevillana y del mar así como de las que ofrendó a
Sevilla, su tierra natal, como Danzas fantásticas, Musas de
Andalucía y Canto a Sevilla.
Creador igualmente de un amplio repertorio pianístico y cuyo
sentimiento se manifestó en La oración del torero, tal vez como en
ninguna otra de sus obras. Segovia, quien ayudó no sólo a perfeccionar
la construcción la actual guitarra clásica, sino también a transformar
y revolucionar la técnica guitarrística. Finalmente, nos resta el gaditano
De Falla, uno de los miembros más luminosos de la pléyade del
nacionalismo español del siglo XX, tal y como lo evidencian sus
obras: El sombrero de tres picos, Serenata andaluza, 7 canciones
populares españolas, El retrato de Maese Pedro, Noches en los
jardines de España y, ante todo, El amor brujo.
Viajar a Andalucía es adentrarnos en la historia,
es recorrer recintos impregnados de arte, pero es ante todo
impregnarnos del alma española universal.
