Hotel SLS Miami, para ver y ser visto
Un viaje través de Miami, América Latina, Asia y el Mediterráneo es la experiencia “todo en uno” que ofrece el Hotel SLS de South Beach.
¿Saben qué tienen en común el afamado diseñador Philippe Starck, el cantante Lenny Kravitz y los chefs internacionales José Andrés y Katsuya Uechi?
Cada uno de estos personajes han aportado su talento y sello particular para reunir todo el glamour de South Beach en un solo espacio, el SLS Hotel, una cadena que si bien tiene presencia en destinos como Nueva York, Bahamas, Beverly Hills y Las Vegas, éste el de Miami, tiene elementos muy especiales, de los cual hay que tomar nota, ya que sea que decidas hospedarte ahí o simplemente ir a pasar un buen rato.
Desde la entrada se percibe que el renovado inmueble construido en 1939, aún guarda su personalidad Art Decó, y lo complementan detalles llenos de símbolos.
La recepción con su mostrador de roble rústico, la cabeza de un toro con una máscara de luchador en el restaurante Bazaar del español José Andrés, lámparas con formas caprichosas con el sello característico de Starck y el toque de Kravitz que muestra su propuesta como diseñador en espacios como la suite principal y el penthouse, son algunos de los detalles.
El hotel cuenta con 10 villas y seis bungalows. También lo distingue su atractiva piscina, resguardada por un patito de hule gigante color gris, aquel característico que Starck vende en todas sus tiendas como accesorio-juguete para la tina, es ahora la estrella principal del área de este inmueble, que dirige Sam Nazarian.
También cuenta con 140 habitaciones, que brillan por el blanco de la ropa de cama y sus paredes con sutiles pinturas sobre finas telas, como si se tratara de bocetos a lápiz. Los cuartos estándar son pequeños al igual que los baños de color rosa pálido; aquí, el diseño predomina sobre la comodidad que brindan grandes espacios, con más mobiliario o clósets amplios.
Las suites presumen el sello ecléctico y lúdico inconfundible de Starck, por ejemplo la imponente tina blanca, sillones y las lámparas que hacen juego para una estancia digna de revista.
Vida nocturna
Uno de los principales atractivos del SLS es su vida nocturna, el hotel cambia totalmente de aspecto en la noche para recibir a sus huéspedes y visitantes en sus principales restaurantes.
Tomar una copa, cenar en The Bazaar o comer sushi con mucho estilo, no solo por los platillos sofisticados, sino por la decoración que envuelve Katsuya, es una experiencia que debe considerarse, lo mismo que contemplar el edificio por la noche, cuando una luz apunta sobre la parte alta del inmueble dibujando un mono con un tenedor, detalles que hacen de SLS un sitio de gran atractivo, pero no para quienes buscan paz y relajación, más bien para ver y ser visto.
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