Travel Report » Entradas » Insólitos descubrimientos realizados gracias a Google Earth
Jul 24, 2013 Jesús Alonso INTERNACIONAL 0
La aplicación de mapas Google Earth no solo ha permitido a sus usuarios viajar de forma virtual a cualquier lugar del mundo, sino también ha posibilitado importantes hallazgos científicos, algunos de los cuales les presentamos a continuación.
Con ayuda de Google Earth, la arqueóloga Angela Micol localizó hace casi un año dos estructuras distintas en el valle del Nilo (Egipto) que, según afirmó, reunían las características de las antiguas pirámides egipcias. A pesar de las críticas de numerosos expertos, los documentos históricos y mapas antiguos revelados la semana pasada respaldaron su teoría.
A principios del 2012, un grupo de paleontólogos de varios países descubrió en Brasil restos fósiles de un animal antecesor de los dinosaurios que se creía había habitado únicamente Rusia, China y África. El animal, de tres metros de largo, reinó sobre la Tierra durante 50 millones de años, y se calcula que desapareció hace 251 millones de años.
El paleontólogo Juan Carlos Cisneros, de la Universidad Federal de Piauí (nordeste de Brasil) y líder de la investigación, dijo que el proceso de hallazgo del fósil se inició mediante estudios de rocas a través de Google Earth, que ayudó a identificar los lugares donde sería más probable encontrar los fósiles.
En Perú gracias a Google Earth se encontraron nuevos geoglifos con efigies en forma de animales, algunos de más de 4.000 años de antigüedad.
Montículos gigantes, de 5 a 400 metros de extensión, con forma de animales incluyendo un cóndor, una orca, un pato, un caimán o un puma fueron descubiertos en 2012 por los investigadores del Departamento de Antropología de la Universidad de Misuri gracias a las imágenes proporcionadas por el programa.
En 2009 un grupo de arqueólogos estaba estudiando la costa oeste de Gales mediante Google Earth, cuando descubrieron una enorme estructura en forma de ‘V’ bajo el agua.
El descubrimiento resultó ser una trampa para pescar de unos mil años de antigüedad. La trampa medía más de 280 metros de largo y tenía paredes de tres metros de ancho, la más grande de su tipo jamás descubierta.
En Italia, un grupo de albañiles estaba cortando una piedra caliza procedente de Egipto cuando notaron lo que parecía ser un enorme esqueleto. Un experto local supuso que se trataba del esqueleto de una ballena antigua que había vivido en Egipto hace 40 millones de años. La noticia llegó a los científicos de la Universidad de Míchigan, encabezados por el paleontólogo Philip Gingerich, quien decidió investigar el asunto, recorriendo Egipto con Google Earth. Durante su investigación el paleontólogo no encontró lo que estaba buscando, pero descubrió los restos de antiguas cuevas, que resultaron estar llenas de huesos de pequeños mamíferos que vivieron hace 18 o 20 millones de años y podrían ser los primeros mamíferos que cruzaron de Asia a África.
Mientras estaba estudiando su pueblo de Sorbolo (Italia) a través de Google Earth, el programador informático Luca Mori notó un óvalo oscuro de más de 500 metros de largo, con extraños rectángulos cerca.
Mori se puso en contacto con los arqueólogos locales, que exploraron el sitio y encontraron unas piezas de cerámica. Los investigadores llegaron a la conclusión de que se trataba de una villa romana de 2.000 años de antigüedad.
Con la ayuda de Google Earth, el mineralogista italiano Vincenzo de Michele descubrió en 2008 un cráter fruto del impacto de un meteorito en una deshabitada región de Egipto, cerca de la frontera con Sudán y Libia. El cráter, que recibió el nombre Kamil, resultó ser uno de los mejor conservados del mundo.
En diciembre del 2007, el profesor Lee Berger estaba estudiando con Google Earth algunas cuevas cerca de Johannesburgo (Sudáfrica), cuando descubrió unos 500 nuevos lugares donde podría haber huesos humanos enterrados.
En agosto del 2008 visitó uno de esos lugares junto con su hijo. Persiguiendo a su mascota, el niño tropezó con lo que resultaron ser fósiles de alrededor de dos millones de años de antigüedad, que pertenecían a un niño y una mujer y tenían características de una especie de transición entre el Australopithecus africanus y el Homo habilis, una especie que incluso podría ser un antepasado del Homo erectus.
El bosque Monte Mabu, en el norte de Mozambique, no figuraba en los mapas, ni en la literatura científica y solo era conocido por los pobladores locales hasta que en 2005 un grupo de científicos británicos lo descubrió con la ayuda de Google Earth.
Tras encontrar en el mapa lo que parecía un espeso bosque, los investigadores realizaron una expedición y se quedaron atónitos al descubrir allí árboles de 45 metros de altura, tres especies nuevas de mariposa, una de serpiente, y varias plantas nuevas. Al Monte Mabu lo llaman con frecuencia el ‘Bosque Google’.
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