Animales viven en una casa abandonada en el bosque
La sombría atmósfera de la desolación atrajo a Kai Fagerström a unas viejas cabañas abandonadas cerca de su casa de campo, en la ciudad finlandesa de Suomusyarvi.
Mirando a través de las ventanas rotas y las destartaladas puertas de madera, Kai observó huellas de pequeños pies: ratones, tejones, ardillas, zorros y otros intrusos peludos que habían tomado posesión de las cabañas que habían sido abandonadas por las personas que una vez las habitaron. “Al entrar en estas casas, me gusta imaginar lo que se vivió aquí hace muchos años, el pasado todavía está aquí y se respira en cada rincón” dice Kai, el fotógrafo de 49 años.
Hay algo reconfortante en el hecho de que la naturaleza reclame de nuevo su espacio después de que las personas lo hayan usado de forma temporal.
Un aparente pueblo abandonado en el interior de Finlandia se llena de vida. Cuando las personas abandonaron las casas, la naturaleza reclamó lo que es suyo.
Un zorro asoma por una boca de gato en un granero ruinoso.
Una noche de verano. Una familia de tejones pasea por la cabaña abandonada. Kai Fagerström tardó cuatro años en conseguir que algunos animales se familiarizaran con su cámara. Para hacer esta fotografía, dejó la cámara dentro de la casa, mientras él permanecía en el exterior subido a una escalera y con un dispositivo para disparar la cámara a distancia.
Generalmente Kai Fagerström imagina la imagen que quiere conseguir, realiza el encuadre y más tarde dispara. Ajusta la cámara en el ángulo perfecto, arroja cacahuetes como cebo y espera a que los animales entren en el marco. “A veces tengo suerte, pero lo más normal es que pases toda la noche esperando el momento de disparar”, dijo el fotógrafo. Kai ajusta el equipo de fotografía para poder hacer las fotos con luz natural, a fin de no asustar a los animales con flash. Tardó varios en capturar al perro mirando al ratón de color rojo.
A veces ocurre lo inesperado. De repente apareció el búho y pisó con la pata varias veces de forma enérgica, como queriendo decir que eso era suyo.
Tardó varios días en poder capturar esta ardilla que mira furtivamente desde detrás de la puerta.
Durante diez años Kai Fagerström ha visitado regularmente a los nuevos moradores de estas cabañas abandonadas. El resultado es un libro, publicado en Inglés, Alemán y Finés titulado “La casa en el bosque”.
Vía. husmeando
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