La “pequeña Suiza” de Colorado: Ouray
Tan solo con decirte que este lugar, a unos 300 km al suroeste de Denver, es conocida como “La Suiza de América” o “Gema de las Rocallosas”, ya podrás irte haciendo idea de que se trata de una población en Colorado de belleza extrema.
Y en efecto, quien visita esta comunidad ubicada en medio de impactantes montañas nunca podrá olvidarla, pues sus paisajes naturales, el calor de su gente, su distrito histórico y la reparadora gastronomía que aquí encuentras, hacen de Ouray un destino que no querrás, ni deberás, perderte en tu visita a este fantástico estado de la unión americana que conocemos como Colorado.
En general, nos es muy familiar el hecho de que Colorado es un destino a visitar durante la temporada invernal, y Ouray, en particular, no es ajeno a esto. Pues es en esta época cuando los expertos escaladores en hielo la consideran como una meca, ya que las cañadas y cascadas naturales, e incluso artificiales, se congelan en invierno, ofreciendo al intrépido alpinista un paraíso gélido.
Pero es en verano, que a decir verdad, es la mejor época para disfrutar plenamente de este refugio de la naturaleza, ya que al contar con un clima menos extremo, podremos recorrer, sin tanto titiritar, los distintos itinerarios y paseos que los operadores turísticos del lugar nos ofrecen, aborde de autos 4×4, en bicicleta, en kayak; o caminatas, rappel, tirolesa y un largo etc., etc.
Pero vayamos ya al lugar. Un buen rincón de Ouray para comenzar a explorar es su bello distrito histórico. Aquí podemos apreciar bellas construcciones victorianas que nos recuerdan la importancia económica que llegó a tener la minería en ese lugar. Entre los edificios a contemplar están el Beaumont Hotel (abierto en 1887), el tribunal del condado (construido en el año 1888) y el ayuntamiento (data de 1901).
A la par que caminamos por su calle principal, encontraremos diversas tiendas de souvenirs, bares, restaurantes y algo que llamo mi atención en especial, una tienda de chocolates, que no pidiéndole nada a una chocolatería suiza, resulta un lugar ideal para degustar una taza de vaporoso chocolate, o unas trufas, que son muy socorridas tanto por los turistas como los afortunados habitantes de esta paraíso que es Ouray en realidad ¡No las deje de probar!
Si bien el encanto lo encuentras en el poblado; la verdadera magia y emoción que Ouray ofrece la encuentras en sus alrededores, por lo que un recorrido abordo de jeeps o “pick ups” todo terrenos y acondicionados “ex profeso”, te llevan por las montañas San Juan para admirar su magnificencia natural. Es un recorrido que no tiene igual, empezando por el transporte, siguiendo por un laberinto con vistas sin igual, y coronando con el arribo a una antigua y abandonada estación minera que nos recuerda el aislamiento que tuvieron que vivir los mineros del lugar.
Foto: www.caskers.com
Ya de regreso a Ouray, es tiempo de calentarnos o refrescarnos con algún consagrado bourbon, cerveza o prometedor vino de Colorado en alguno, o varios, bares que alegran la ciudad mezclando el estilo alpino con el del “viejo oeste”. Pero sigamos con este verdadero “pueblo mágico hablando de otra actividad (aunque más bien se trata de descansar) como seria una sesión de relajación en las aguas termales que hay por allá.
Así como los paseos por sus montañas aledañas. Ouray goza de fama por sus ojos de agua termales. Muchos de ellos los encuentras ubicados en amplios balnearios, y otros, que son los que más te recomiendo, ubicados al interior de algunos hoteles, como es el caso del que hayamos en el “Box Canyon Lodge & Hot Springs”, donde cómodamente dentro de un jacuzzi de madera habrás de relajarte mientras contemplas vistas a las montañas de verdad fascinantes. Y del olor no hay que preocuparse, pues al no ser aguas sulfurosas, no hay nada de eso de que “a huevo apesta”.
Ya que hablamos del “Box Canyon”, aprovecho para comentarte que un paseo a las cascadas de este cañón es algo imperdonable, pues a pie y muy corta distancia de este hotel o del muy confortable y vecino “Victorian Inn”, donde tuve el agrado de hospedarme, observarás una maravilla de la 
naturaleza que esta caída de agua representa. Recorriendo unos andamios, llegarás muy cerca tanto de donde brota el agua como de donde cae para continuar con su marcha.
Y no puedo olvidar mencionar la comida que habrás de degustar en el lugar. A pesar de su tamaño, Ouray goza de una gran y diversa oferta gastronómica, aunque claro, las que dominan el lugar son las cervecerías artesanales y los platillos a base de carnes. No dejes de probar una exótica hamburguesa de bisonte o de cordero, que la verdad está para chuparse los dedos.
Cuando hayas terminado tu visita a este lugar que la misma “Heidi” envidiaría, lo mejor que te puede pasar es ir transitar por la impresionante carretera del “millón de dólares”, una travesía escénica por las montañas San Juan, con destino a Silverton, otra memorable población para abordar uno de los históricos Trenes de Colorado que te hará alucinar. Pero de esto, les cuento siguiendo el link que les he puesto.
Ouray, sus montañas, ríos y cañadas es algo que tienes que ver en verano. La magia verde que se respira te será inolvidable, tanto como las experiencias que habrás de disfrutar en esta “pequeña suiza” de Colorado.
Para que acabes de animarte, consulta estos enlaces:
