La pintoresca ciudad de Raleigh
Estados Unidos es un país muy grande, por lo que no es sorpresa que muchos no conozcan gran parte de las ciudades que componen sus estados, y menos si nos ponemos a pensar que cada uno de éstos tiene capitales. Por ejemplo, Raleigh es la capital del estado de Carolina del Norte. Ahora bien, ¿por qué destacamos este sitio? Pues, porque es una de las ciudades más interesantes de todo el continente, un cúmulo de cultura y belleza popular dentro del país por ser hogar de muchas universidades y centros educativos de prestigio. Por esto y mucho más, esta ciudad es inigualable.
Qué visitar en Raleigh
Aunque no sea la ciudad más grande del país, es un problema recorrerla sin perdernos nada, pero la ciudad tiene sus ventajas, y entre éstas se incluye el que ofrezca visitas guiadas en Segway. Para recorrer Raleigh sin inconvenientes, solo deberán reservar con anticipación su transporte y fecha en Triangle Segway, y un guía los llevará por los sitios más interesantes de la ciudad sin problemas.
Si quieren descansar del viaje, posiblemente lo hagan en el Parque Umstead, una zona tranquila cerca del aeropuerto.
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Si les interesan los parques, sugerimos visitar durante el día el Parque Natural del Lago Johnson, un camino natural muy extenso que va por alrededor del lago homónimo, aunque recomendamos el lado este porque el recorrido noroeste es algo polvoriento y puede causar alergias. Aunque es gratuito, pueden rentarse botes y pasear por el lago. Por la noche pueden visitar Cameron Village, hogar de muchas tiendas comerciales y, como si fuera poco, la biblioteca pública del condado.
Historia y ambiente de Raleigh
Aunque no tenga muchos sitios históricos aparte de un par de museos no muy interesantes, lo que sí les recomendamos es la Casa Museo Joel Lane, una mansión que solía tener una de las plantaciones más grandes de la zona, pero que hoy en día alberga muchos artefactos de esa época en tres macroestructuras históricas. Por ejemplo, encontrarán en ella una recreación de una cocina del siglo XVIII, y en otro sector de la casa el Centro de Visitantes, ambientado en el siglo XIX. Los tours por ésta son muy profesionales, ya que los guías son docentes y, para estar acordes al tema, están vestidos con atuendos antiguos.
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Si quieren socializar y experimentar el fresco ambiente de la ciudad, no miren más allá de la Feria Estatal de Carolina del Norte, una experiencia que dura diez días cada año y que atrae a una cantidad impresionante de visitantes a Raleigh, en donde no sólo podrán comprar cosas, sino que además disfrutar de recitales de bandas locales, subir a los más pequeños a alguna de las atracciones especiales instaladas específicamente para ésta, y probar la delicia gastronómica que es un Twinkie bien frito. Raleigh, única en su clase.
vía: http://nuestrorumbo.imujer.com/5698/la-pintoresca-ciudad-de-raleigh
