Travel Report » Entradas » Leyenda de Oyarzun: Jurar en falso
Feb 28, 2016 Jesús Alonso ¿A DÓNDE VAS?, INTERNACIONAL 0
Hoy en historias y leyendas de México y el mundo nos vamos hasta Oyarzun municipio en Guipúzcoa en España, este antiguo relato lleno de misterio lleva en el fondo una moraleja sobre no mentir pero sobre todo no jurar en falso.
Existió, cerca de Oyarzun, en el país Vasco, una ermita en honor a la hermosa virgen de la región, quien sostenía en sus manos un precioso rosario, que admiraban grandemente los muchos devotos que allí acudían.
Un buen día, apareció en las cercanías de la ermita un numeroso cortejo, acompañando a una noble y joven francesa que se dirigía a la corte española, al llegar a las mismas puertas de la ermita el cortejo decidió descansar a la sombra de los árboles que allí crecían, ataron a sus caballos y la joven dama, escoltada por su paje quiso entrar a visitar la ermita.
En cuanto la francesa vio el rosario que la Virgen llevaba entre las manos deseó tenerlo y le pidió a su compañero que se lo alcanzará. El joven se negó rotundamente, intentando hacer comprender a la dama que tal cosa sería un sacrilegio y que conocía orfebres y joyeros que le podrían hacer mejores rosarios, si tanto anhelaba tener uno.
Pero nada convenció a la dama que sin más palabras, subió las gradas del altar y tomó el rosario que tanto deseaba, ocultándolo cuidadosamente entre sus ropas, mientras su acompañante quedaba aturdido por su osadía e inquieto por no haber podido evitar tan mal comportamiento.
Reanudaron el viaje y a poco más de 100 metros de haber cabalgado, apareció la alta figura de un anciano, quien levanto los brazos diciendo: “¡Deteneos, caminantes y que nadie tema nada, salvo quien tenga que temer”! Y dirigiéndose a la dama le pidió que le entregara el rosario que había robado en la ermita de la Virgen.
Ella palideció y negó con energía que hubiese robado algo, más el anciano insistía una y otra vez, la dama rechazaba las acusaciones sin que el viejo dejara de insistir en que devolviera lo robado, hasta que de la boca de la joven salieron estas palabras “juro que nada he robado y si miento, que me convierta en piedra”.
El jurar en falso le costo demasiado caro a aquella francesa pues se dice que aún puede verse una antigua roca, cerca de la ermita donde está grabada la figura de una mujer a caballo.
No se pierdan la siguiente leyenda, donde les cuento las diferentes historias y relatos de cada rincón del mundo, porque leer también es viajar.
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