Los Fantasmas de la Ciudad de México: La Monja del Café de Tacuba
Y llegamos a uno de los cafés más conocidos y bonitos de la Ciudad de México ,pero hay que tener cuidado por el fantasma que conserva entre sus paredes.
El Café de Tacuba es uno de los restaurantes con más tradición en la Ciudad de México. A lo largo de sus cien años de historia, este lugar ha sido testigo de una infinidad de acontecimientos, como el asesinato de Manlio Fabio Altamirano (un prominente político que murió de seis impactos de bala mientras comía ahí), la recepción de la boda de Diego Rivera y Guadalupe Marín, el rodaje de la película Los Hijos de Sánchez (con Anthony Quin) y un fuerte incendió que acabo con todo el mobiliario en 1999, entre muchos otros.
Sin embargo, uno de los sucesos que más ha marcado al Café de Tacuba, ocurrió varias décadas antes de la inauguración de este restaurante del Centro Histórico. Es la historia de sor María Blasa del Sacramento, una Monja Clarissa que perdió la vida de una manera muy trágica durante el siglo XVII.
Según cuenta la leyenda María era una bella mujer que, toda su vida había deseado dedicarse a la cocina, pero su sueño fue frustrado por su padre, Don Ignacio Negrete, quien la obligó a convertirse en monja y evitar que se revelara como su hermana. Enclaustrada en el convento, que se instaló en el inmueble donde hoy de encuentra en Café de Tacuba (mismo que fue donado por Don Ignacio), sor María pasaba las noches llorando al no poder aceptar el camino del señor. Pasó el tiempo y tomó una encomienda en el hospital del Divino Salvador, que se encontraba a espaldas del convento. Por cierto, fue el primer hospital psiquiátrico de la Ciudad. María realmente disfrutaba de sus labores en el psiquiátrico, por lo que pasaba mucho tiempo con todos los internos y los trataba muy bien, ganándose el cariño de todos ellos.
Uno de los internos terminó por enamorarse de ella. Él le declaró su amor, pero María lo rechazó al decirle que ella estaba comprometida con Dios y que nunca podría corresponderle. El paciente aceptó el rechazo, hasta que un día, en un episodio de locura, perdió el control y atacó a la Monja Clarissa, dejándola gravemente herida. María fue trasladada inmediatamente a sus aposentos, donde murió unos minutos después. Con la promulgación de las leyes de Reforma, el claustro se convirtió en una lechería, que funcionó hasta 1911.
Desde 1912, el inmueble ha sido la sede del Café de Tacuba, el restaurante con más tradición en la Ciudad. Y, desde su inauguración, los empleados y comensales empezaron a comentar algunos fenómenos paranormales que ocurren ahí. Dicen que, ciertas noches, el ambiente se torna más frío de lo normal y se siente una brisa que pasa tranquila entre las mesas del restaurante, moviendo los manteles, flores y servilletas; que en los rincones más obscuros del Café de Tacuba se logra ver, de vez en cuando, a la bella sor María Blasa del Sacramento rondando el lugar. Y que, por si fuera poco, la misma Monja Carissa ayuda a los cocineros, dándole el sazón tan especial que caracteriza a los platillos del restaurante.
Cabe mencionar que, aunque la Monja Fantasma del Café de Tacuba siempre asusta a las personas la primera vez que la ven, todos los empleados le han agarrado un cariño muy especial, pues, además de ayudar en la cocina, brinda protección a todos los que ahí laboran.
Vía: http://www.mx-df.net/category/vive_df/fantasmas-y-leyendas/
