Navidad oaxaqueña: las calendas y la noche de rábanos
¿Rábanos navideños? Así como lo escuchan. Un día antes de la Nochebuena, Oaxaca celebra de un modo particular en su famosa Noche de Rábanos. Pedro Reyes, Subsecretario de Promoción Turística de la Secretaría de Turismo y Desarrollo Económico de Oaxaca, nos revela los detalles de este singular evento.
La Navidad en Oaxaca es un poco diferente a lo que estamos acostumbrados. Pasando las fiestas de Guadalupe, el 12 de diciembre, empiezan las conocidas calendas, que son procesiones de personas acompañadas de música y mezcal que van haciendo algarabía por las calles. La gente se reúne en la Catedral de Oaxaca y en Santo Domingo, que son puntos estratégicos muy turísticos.
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Durante muchos días se realizan las calendas, hasta llegar al 23 de diciembre, cuando se celebra una de nuestras fiestas máximas, única en el país: la noche de rábanos. Los horticultores labran los rábanos y les dan formas extraordinarias de personajes históricos, personajes políticos y por supuesto de nacimientos. Durante la noche de ese día, los horticultores se concentran en el Zócalo y van dando vida a estas obras de arte para exponerlas. Ese día se realiza un concurso en el que el mejor labrado se lleva un premio significativo y la admiración de los asistentes.
Además de esta Noche de Rábanos, en las regiones colindantes con nuestra capital, que nosotros llamamos los valles centrales, las festividades son muy diversas y coloridas: hay muestras de artesanía que van desde el barro negro hasta los alebrijes. Siempre hay algo qué hacer en Oaxaca.
