Travel Report » Entradas » Nueva Orleans, la rebelde del sur
Feb 07, 2014 Jesús Alonso ¿A DÓNDE VAS? 0
Al escuchar su jazz en cada esquina sabrás que estás en una ciudad alegre. La más alegre de Estados Unidos. Se dice que además de permisiva, respeta los placeres de la vida,tanto, que hasta su cocina provoca suspiros de felicidad
Hay poco que no pueda sorprender el paso. Una galería, una tienda de antigüedades, un coctel. Músicos dentro de bares y en las calles. El diseño del balcón o la terraza de hierro forjado. Desenfado, amabilidad y sonrisas. Un bar de principios del siglo XX. Una cena con sabores mezclados de quienes habitaron primero estas calles: españoles, franceses, africanos.
Es al que han llamado Barrio Francés en Nueva Orleans, en el estado sureño de Luisiana, Estados Unidos, ése donde el recorrido a pie se vuelve obligado. Un Cocktail Walking Tour – de dos horas y media, por 29 dólares por adulto – explica las delicias visuales, de olores y sabores al recién llegado.
La Rue Royal o Royal Street, aguarda con sus tiendas de antigüedades, pinturas, sombreros o diseños de ropa exclusivos, pero también con restaurantes bares como The Court of Two Sisters, donde preparan el Bayou Bash, una mezcla de jugo de frutas y vino tinto.
Caminas por las calles sin disimulo ni contratiempos legales con tu coctel en un vaso de plástico. Está permitido. Así andan otros, admiran las casonas españolas de barandales de hierro, techos altos, entradas en forma de arcos por donde pasaban los caballos y sus patios internos, amplios y con fuentes.
Vida sobre las calles
Los sabores, como en ninguna parte de Estados Unidos
En Saint Louis Street, los edificios han acompañado el trajín de los propios y extranjeros. Desde 1840, cuando Luisiana se había convertido en el mayor mercado de esclavos, y hasta hoy 2014, ya sin la devastación del huracán Katrina, ha estado presente un local llamado Antoine’s Restaurant.
En la misma calle se ubica Napoleon House, uno de los bares más famosos, que hace 200 años servía de residencia al alcalde de Nueva Orleans, Nicholas Girod y quien en 1821 la ofreció a Napoleón durante su exilio. El emperador francés nunca vivió ahí, pero su nombre permaneció hasta convertirse en un punto de referencia de la vida nocturna.
En las barras y mesas no sólo pasan los famosos cocteles que compiten año con año para ganarse un lugar entre las mejores bebidas espirituosas, llegan los platillos que también hacen única la visita.
Cocina creole o criolla; una mezcla de arroz tipo paella con pollo o mariscos y chorizos se llama jambalaya; una sopa de pollo o mariscos y especias se le denomina gumbo. Otros platos de origen cajún (francés) son el crawfish boil, es decir, langostinos de río hervidos, y para dulces los pralines, con nueces, azúcar morena y crema.
Las delicias se degustan casi en cualquier restaurante de Nueva Orleans. En Muriel’s, ubicado en Jackson Square, en el mismo Barrio Francés, un menú de 38 dólares te ofrece la entrada, el plato fuerte, el postre, y por unos dólares más, una copa de vino. También la solicitud puede ser a la carta.
Una sopa de tortuga, ensalada o el famoso gumbo de mariscos de entrada; camarones a la barbecue con cerveza y romero, o un bayoubaisse de mariscos, que contiene camarón del golfo, pescado y carne de cangrejo, ligeramente salteados con hinojo, tomate, setas y puerros.
De postre la recomendación es un pudín con nueces confitadas y salsa de ron o créme brûlée de vainilla.
El Commander´s Palace es una visita más que recomendable, obligada. Desde 1880 en el Garden District la edificación de colores turquesa y blanco, tipo victoriana, sobresale con sus torres y columnas. Ahí se pueden probar varias entradas, pero destacan las pequeñas tazas de tres sopas: gumbo, tortuga y la del día.
Es difícil elegir el plato fuerte, pero las piernas de cordero tiernas acompañadas del puré de papa es uno de los platillos que agradan a la mayoría de los comensales.
El Creole Bread Pudding Soufflé, llamado “The Queen of Creole Desserts” es el postre de cierre. Se debe ordenar 20 minutos antes por el tiempo de elaboración. La inversión por persona en una cena puede ser entre 60 y 80 dólares.
El desayuno y el almuerzo en Nueva Orleans pueden concluir de manera similar, con una gran experiencia en el paladar.
El Café Du Monde es un sitio tradicional para beber un chocolate, leche helada, café helado o frappe, acompañados de las llamadas, doughnuts o beignets, que algunos llaman donas cuadradas espolvoreadas de azúcar glas. Hay días en los que largas filas de lugareños y extranjeros están a la espera de comprar una orden de tres beignets por 2.42 dólares, y un café negro o con leche por otros 2.42 dólares.
Para el lunch la calle de Saint Louis, en el mismo French Quarter sorprende con lo que se ha convertido en una tradición: los Po-Boys, típicos de Luisiana y que se elaboran con una baguette rellena de marisco o pescado rebosado, o carne, así como mayonesa, salsa cátsup, lechuga tomate y pepinillo.
En el Johnny’s Po-Boys, el restaurante más antiguo de propiedad familiar, hay baguettes rellenas de pequeños camarones, de pescado, de ostras, de cangrejo, de lagarto, todos rebozados y fritos, así como de pollo, de res, de puerco, de jamón, de queso. El costo va desde los cinco hasta un poco más de 10 dólares.
Y el caminar te lleva a espaldas de la Catedral de San Luis, al Pirates Alley, también conocida como la casa antigua del “absinthe”, un sitio que sirviera de prisión durante la Colonia española de 1769. La bebida tradicional, en extremo dulce porque además de todos sus ingredientes deshacen un terroncito de azúcar más, es justo un “absinthe”, que lleva anís, menta y ajenjo.
En el Pirates Alley la bebida tradicional absinthe
Pero el French Quarter también puede presumir de haber albergado en una de sus antiguas casas al escritor y poeta estadounidense William Faulkner, quien fue Premio Nobel de Literatura en 1949. “Aquí, en 1925 escribió su primera novela Soldiers´Pay (La paga de los soldados)”, dice una placa que se ubica justo a un lado del Pirates Alley.
Y para consentir el oído con música en vivo, casi cualquier lugar es bueno. La Casa del Blues, en el mismo Barrio Francés, o el Spotted Cat Music Club, en Frenchmen Street, famosa por sus bares concurridos en su mayoría por lugareños.
“Ellos hicieron el jazz: el origen mismo de la palabra se desconoce, pero es uno de los fenómenos más complejos en la historia de la música universal, de implicaciones artísticas, sociales y políticas; es música norteamericana anglosajona y también es música negra. Unos identifican el jazz como música imperialista o a la inversa, como música de los negros explotados de Norteamérica”, escribió Faulkner.
Al estilo Misisipi
Pero cuando Faulkner murió en 1962, ya Nueva Orleans se había convertido en una ciudad donde se respetan los derechos, especialmente la felicidad. Algunos podrían decir que se respetan los placeres de la vida, esos placeres que también puedes vivirlos desde una de las afluentes del delta del río Misisipi, en un buque de vapor, donde se puede disfrutar de jazz en su salón principal y de comida criolla.
En el Natchez Steamboat, un adulto paga por este recorrido 34.75 dólares, precio que incluye el lunch o la cena. Desde el altavoz se habla de quienes han cruzado el Misisipi, y la referencia sin falta es Mark Twain, quien en su relato La Vida en el Misisipi (1883), narraría sobre sus días como piloto navegante de un vapor de ruedas antes del inicio de la Guerra de Secesión.
Y la música vuelve a los oídos cuando el buque llega a puerto. Una banda de músicos ya espera la bajada de los paseantes que sin titubear se detienen frente a ellos.
A unos metros de donde atraca el buque de vapor atraviesa el tranvía, de esos que en pocas ciudades del mundo hay. La línea funciona hasta la medianoche y recorre los puntos más interesantes de la ciudad: desde la céntrica calle Canal y sus modernos edificios hasta las clásicas mansiones de la Avenida Saint Charles, donde se ubica el Garden District, una zona más que debe ser recorrida a pie.
Y en ese recorrido está la influencia de las culturas, desde la fundación de esta ciudad por los franceses, la cesión de la misma a la corona española y la anexión a los Estados Unidos en el siglo XIX.
La reina del vudú
La particular esencia de Nueva Orleans se completa con presencia africana, que bajo la esclavitud, trabajó en los plantíos de azúcar y que además de su aportación culinaria, dejó un rastro de la práctica del vudú, religión que resultó del sincretismo entre las creencias de África Occidental y la cristiana.
La mayor huella de esta religión en esta parte del mundo es la tumba número uno en el Cementerio de San Luis. Es una de las más visitadas en el mundo, resguarda los restos de Marie Laveau, la Reina del Vudú y nacida en Nueva Orleans el 10 de septiembre de 1794.
Decenas de tres cruces juntas se marcan en la estructura de su tumba como parte de un ritual en el que los creyentes o no, por cada cruz que marcan dan un giro, para al final, dejar al pie de su tumba, manzanas, flores, collares, veladoras, labiales, pulseras, cremas, como ofrenda para que a cambio, la reina del Vudú, cumpla un deseo.
El misterio es parte del tour. Hay recorridos a viejas casonas donde incluso te recomiendan llevar cámara fotográfica porque aseguran que más de 90% de los visitantes se llevan imágenes de espectros.
Pero para los sustos, la fiesta siempre estará presente. El festival del Barrio Francés llamado el Día de Mardi Gras (Martes Gordo) se celebra este año el 4 de marzo, un día antes del miércoles de ceniza, porque es el último considerado de fiesta y juerga antes del ayuno, la oración y la moderación de la Cuaresma. Sin embargo los desfiles empiezan desde el próximo 15 de febrero. Es por ello que algunos relacionan este festival con los excesos.
GUÍA DEL VIAJERO
Cómo llegar
Aeroméxico o United Airlines te llevan por 13 mil pesos, desde la Ciudad de México a Houston con una duración de vuelo de 2 horas 11 minutos y de Houston a Nueva Orleans con un vuelo que durará 1hora 06 minutos. (www.aeromexico.com)
Dónde dormir?
El French Quarter es la zona en la que de preferencia debes hospedarte. Ahí se puede encontrar desde el Best Western Plus St. Christopher Hotel, que alcanza precios de entre mil 200 y dos mil pesos la noche, hasta el Maison Dupuy Hotel de poco más de 5 mil 200 pesos la noche.
La mejor temporada
Durante todo el año hay festividades. La mayor es la de Mardi Gras. No obstante, en temporadas bajas, como en época de lluvia, existen paquetes turísticos con descuentos muy atractivos y con actividades múltiples por disfrutar.
Visitas guiadas
New Orleans Original Cocktail Walking Tour y Crucero a bordo the Steamboat Natchez. Contactos: Adrienne Thomas (504) 587-0724. Haunted Tours History (504) 861-2727
En línea
www.neworleanscvb.com/
www.mardigrasneworleans.com/
www.HauntedHistoryTours.com
www.neworleanscvb.com/orlenas
Cómo moverse en la ciudad
Moverse en Nueva Orleans, especialmente en el área del Barrio Francés implica caminar para conocer, así como tomar el tranvía que tiene un costo de 1.25 dólares aproximadamente 16 pesos. Las diversas líneas trasportan por los sitios que debes conocer, pero subir a la de Saint Charles es un viaje al pasado pues ha funcionado por más de 150 años. Se conservan los asientos de caoba, accesorios de latón y las bombillas de techo. Un recorrido de cuatro kilómetros puede llegar a 12 dólares.
vía: eluniversal
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