Qué hacer ante el jet lag
El jet lag, vocablo inglés que sirve para designar a la alteración de los ritmos biológicos de nuestro cuerpo, que se producen cuando se viajan largas distancias a través de diferentes husos horarios, es uno de los principales problemas que tiene que sufrir el viajero cuando va a realizar un viaje largo, fundamentalmente, a otro continente.
Entre sus síntomas, se encuentran cansancio en general, dolores de cabeza, fatiga, insomnio, problemas digestivos, irritabilidad, confusión, falta de memoria, desgano y, sobre todo, una gran sensación de sueño durante el día. Para prevenir estos síntomas, lo mejor es tener en cuenta una serie de consejos.
Antes del vuelo, lo ideal sería adaptarse al nuevo horario una semana antes de volar así como no tener horarios tan estrictos de comer y dormir, ya que, de esta forma, el cambio no será tan drástico y la adaptación será un éxito. Pero, también, es muy aconsejable, descansar muy bien la noche antes del vuelo, dedicando más de siete horas a dormir.
Y el día del vuelo, durante el mismo, el turista deberá, entre otras cosas: ajustar las horas de sueño al horario de destino, así como caminar por el avión para mantener a raya la circulación de la sangre. Y en cuanto a dieta, lo mejor será no ingerir nada de alcohol ni de bebidas con cafeína, sino que lo ideal es beber mucha agua para mantenerse totalmente hidratado.
Y ya una vez en el destino, habrá que adaptar los horarios (tanto de sueño como de comidas) a los horarios locales; intentar realizar ejercicios para así disparar las endorfinas así como permanecer el máximo tiempo posible en el exterior y tomar el sol. Y, no menos importante, aunque algo más difícil de cumplir es tomarse el primer día con calma, para así poder disfrutar, a pleno rendimiento, del viaje.
Vía: eviajando
