Quebec, para enamorarse a primera vista
Nadie dijo que sólo podemos enamorarnos de las personas, hay ciudades que a primera vista nos dan suficientes motivos para quedar prendados de su belleza y encanto toda la vida, e incluso, para prometerles fidelidad eterna, “Quebec, prometo amarte, respetarte y serte fiel por el resto de mis días” puede ser una promesa perfecta al regresar a casa.
El primer motivo: la naturaleza y sus bondades
Hacia el norte, las montañas Laurentides o Lorencianas sirven como telón de fondo de la región como salida de un cuadro pintado por un artista superdotado. Visibles en el horizonte hacia el sur, aparecen las estribaciones de las Apalaches, otra cadena que se extiende a la Nueva Inglaterra y a toda la cuesta este de América. Y en el mismo corazón de la región, el río San Lorenzo cruza delgadito por Quebec, cambiando de dulce a salado.
Un segundo motivo: la ciudad amurallada
La ciudad es la cuna de la civilización francesa en América, donde abundan los sitios de interés que te dan chance de descubrirlos a tu ritmo, tranquilamente, caminando y fotografiando. En la parte alta de la ciudad encontrarás el famoso Château Fontenac, para tomar paso a la parte baja por el funicular y descubrir la Plaza Real y la calle del Petit-Champlain, sitios reconocidos como Patrimonio Mundial por la UNESCO.
Un motivo más: el viejo Québec
El Viejo Quebec es conocido por su encanto a la europea y su belleza arquitectónica única. Boutiques, cafés y restaurantes, calesas tiradas por caballos, callejones escondidos, amueblan la encantadora ciudad. Fuera de los muros de la ciudad se encuentra la calle Saint-Jean, que ofrece una tentadora selección de artículos de regalo y alimentos finos; y la calle Cartier es otra visita obligada para sentir la vida de la ciudad.
Los motivos para enamorarse de Québec se extienden a los alrededores, hacia las cataratas Montmorency o hacia la Isla de Orleans, y rumbo al este, el Canyon Sainte-Anne, el Cap Tourmente o Cabo Tormenta para encontrar dos veces al año a miles de gansos, en su recorrido migratorio.
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