QUERÉTARO: LOS DESAFÍOS DE SU REESTRUCTURA TURÍSTICA
Aunque la riqueza turística del Estado de Querétaro es amplia y diversa, la gente solo suele asociarla a su Centro Histórico y al ramo industrial. Consciente de tal situación, la Secretaría de Turismo del Estado puso en marcha el programa Rutas de Querétaro con el fin de promover y estructurar la oferta turística de sus 18 municipios. Mauricio Salmón Franz, Secretario de Turismo del gobierno queretano, comparte con Travel Report los beneficios del programa.
“Rutas de Querétaro es el derivado de un diagnóstico muy serio que hicimos para saber dónde estábamos parados. Se llegó a la conclusión de que era necesario reestructurar la oferta, generar un producto turístico diferenciado y regional, de tal suerte que pudiéramos diversificar el destino, y al mismo tiempo, identificar los mercados a los que nos queremos dirigir”, señala Salmón Franz.
Gracias a este programa, Querétaro ha quedado dividido, turísticamente hablando, en cuatro regiones que buscan aprovechar las riquezas naturales, históricas y culturales de la entidad. Sin embargo, este paso, si bien importante, tiene una debilidad: mientras que aglomera diferentes destinos del Estado para ofertarlos a un particular segmento del mercado turístico, tiende a omitir algunas experiencias y productos que podrían resultar atractivos para muchos viajeros. El problema es la tematización. Un arma de doble filo que regularmente lleva a los destinos a encajonar su diversidad. Conozcamos las rutas para saber de qué hablamos.
Las Rutas
[icon-box icon=arrow-right-3]Ruta del Queso y el Vino
Querétaro es parte de la segunda zona vitivinícola más importante del país. Los viñedos, ubicados entre Tequisquiapan y Bernal, cuentan con el clima propicio y la tierra ideal para elaborar excelentes vinos de mesa. Asimismo, cerca de los viñedos, se encuentran varias queserías que elaboran desde quesos frescos de vaca hasta quesos añejos de oveja y cabra.
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[icon-box icon=arrow-right-3]Ruta de las Haciendas
Las haciendas queretanas son un claro testimonio de la riqueza y el desarrollo que difundió el Camino Real de Tierra Adentro, declarado Patrimonio Mundial por la UNESCO. Son edificaciones majestuosas con un alto valor arquitectónico e histórico. Seguir esta ruta y conocer los cascos significa descubrir fascinantes historias y leyendas de grandeza y poder.
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[icon-box icon=arrow-right-3]Ruta del Semidesierto
Entre sierras, cañadas y llanuras, y en medio del triángulo sagrado enmarcado por el cerro del Frontón, la Peña de Bernal y el cerro del Zamorano, los habitantes de esta zona de Querétaro salvaguardan la memoria y las tradiciones vivas de sus pueblos. Las actividades autóctonas de estas comunidades, nos permiten conocer su personalidad y forma de vida.
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[icon-box icon=arrow-right-3]Ruta de la Sierra Gorda
Recorrer la Sierra Gorda significa ir cambiando de paisaje cada 15 o 20 minutos: el viajero nunca se aburre y la cámara nunca para de tomar fotos distintas en esta zona declarada Reserva de la Biosfera. Asimismo, se encuentran cinco misiones franciscanas: templos de mediados del siglo XVIII, joyas del Barroco mestizo, declarados Patrimonio Cultural de la Humanidad.
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“Hay una quinta ruta de carácter religiosa, que a mí me gusta más llamar espiritual. Esta es derivada de un estudio del perfil del turista que veía una posibilidad de turismo religioso en Querétaro. Ya con las otras rutas echadas a andar solo subimos los recursos de ex conventos, iglesias. Obviamente las ruinas arqueológicas juegan un papel importante en esta ruta”, señaló el Secretario de Turismo.
El balance
A decir de Salmón Franz, “ya hay resultados palpables del Programa: anteriormente, el 90% de los turistas que recibíamos se quedaban en la ciudad de Querétaro, solo en el Centro. El otro 10% paseaba por el resto de los municipios. Hoy ese 10% ya se convirtió en el 22%, es decir, la gente al nombrar Querétaro ya no solo tiene en mente su Centro Histórico, sino también lo que tiene que ver con la Sierra Gorda, turismo de aventura y senderismo; lo que tiene que ver con cuestiones religiosas; gastronómicas en la ruta de Semidesierto y en la Ruta del Queso y el Vino”.
A pesar de los avances, la debilidad de este programa es que, frente a las múltiples actividades que el turista puede realizar en Querétaro, solo parecen existir tres: los recorridos naturales, los históricos y los gastronómicos. No es que el programa Rutas de Querétaro carezca de sentido, sino que su propia lógica de tematización omite algunos de sus atractivos, por ejemplo: la visita a las minas de ópalo fuego o la experiencia del paseo en globo aerostático, en Tequisquiapan; la tranquilidad y goce de las plazas públicas y fuentes de su capital; la amplia oferta de espectáculos artísticos de carácter gratuito y la muy variada gama de artesanías queretanas.
Aplaudimos la intención de renovar la oferta de un Estado que pareciera no figurar como destino vacacional en la mente de los turistas mexicanos. Celebramos también la capacitación a sus excepcionales guías de turistas y el rediseño de productos. Pero no coincidimos del todo con el optimismo mostrado. Aún quedan pendientes por resolver para el desarrollo turístico queretano: conectividad; oferta de hospedaje y un catálogo de experiencias un tanto menos limitado por las Rutas de Querétaro.
