Snowbirds y el turismo en México
El Diccionario de la Real Academia de la Lengua Española define la palabra temporada como: espacio de varios días, meses o años que se consideran aparte formando un conjunto.
En Europa, cuando recrudece el invierno, con sus bajas temperaturas, y su clima severo de días cortos y escasa luz solar, aunado a las vacaciones escolares, genera que una gran corriente de turistas, visite los países del Mediterráneo.
Lo mismo sucede en Norteamérica, donde la temporada de invierno podría cerrar con un alza de 15% en volumen de llegadas a nivel nacional, respecto a 2014 y 2013, impulsado por el turismo de Estados Unidos y Canadá. Que busca descansar bajo el sol en una playa, o en cualquier lugar cálido, ya sea del Caribe o de México.
En el último caso, lugares como Puerto Vallarta, Mazatlán, Cancún-Riviera Maya y Los Cabos, serían los destinos más beneficiados, donde se presenta la posibilidad de disfrutar de un mar cálido y de la posibilidad de surfear. Las bajas temperaturas que han enfrentado ciudades como Nueva York, en Estados Unidos, y otras en Canadá, así como la apreciación del dólar frente al peso, han favorecido el turismo estadounidense en México, principalmente el de los llamados ‘snowbirds’ o “pájaros de la nieve”.
En el caso canadiense ha repercutido de manera negativa esta valorización, ya que se han reducido las salidas de canadienses al extranjero.
El turismo de snowbirds ha registrado tasas de crecimiento de doble dígito durante la presente temporada de invierno, la cual inició a finales de octubre del 2014 y termina en abril del 2015.
De continuar el mal clima en el norte del continente americano, la temporada alta de ‘snowbirds’ podría prolongarse hasta mayo. Este tipo de turistas tienen una estancia promedio de siete días, superior a los tres o cuatro días, de un viajero tradicional.
Los snowbirds también aprovechan su estancia para hacer uso de servicios salud, como los spas ubicados en La Riviera maya y en los Cabos, ampliamente reconocidos a nivel internacional.
Sin lugar a dudas este es un ejemplo de la importancia de preparar estrategias de promoción turística, en torno a las temporadas, ya sean de invierno, verano, primavera u otoño ya que todas representan la oportunidad para promover la actividad turística.
La reflexión es suya, hasta la próxima
