Travel Report » Entradas » Tlaxcala es para toda la familia
Abr 08, 2015 Jesús Alonso ¿A DÓNDE VAS?, MÉXICO, Tlaxcala 0
Si buscar vivir experiencias inolvidables con todos en tu casa, te propongo que recorras una entidad pequeña pero que lo tiene todo. Esta característica nos hace decir sin ninguna duda, que Tlaxcala es para todo la familia.
Tlaxcala estado pequeño pero de los mas vistosos gracias a una infinidad de atractivos históricos y culturales que lo convierten en un destino único. Alberga una bella ciudad colonial, un pintoresco Pueblo Mágico y una fantástica zona arqueológica. En su territorio no cabe la palabra desperdicio. Encontrarás naturaleza, historia, cultura y una de las cocinas más sofisticadas del país.
Centro de la ciudad de Tlaxcala
Iniciamos nuestro recorrido en la capital del estado de Tlaxcala, para ser más exactos en su centro histórico, el cual puedes gozar a paso lento mientras te dejas sorprender por un pintoresco paisaje de casas con fachadas de colores vivos y edificios coloniales que datan del siglo XVI y que hoy por hoy se mantienen impecablemente conservados.
Justo al centro se ubica la Plaza de la Constitución construida como un cuadrado perfecto y es el punto de partida para la traza de la ciudad. En ella se encuentra La Fuente de la Santa Cruz donada por el rey de España, Felipe IV y El Kiosco, construido en el siglo XIX.
No pueden dejar de darse un “taco de ojo” por este sitio lleno de hermosos edificios, como su imponente catedral, “Nuestra Señora de la Asunción”.
Así es, se trata de uno de los primeros monumentos católicos construidos en el continente americano. Es interesante porque aun cuando no tiene decoración en su fachada, su valor está en cada detalle pues posee su techo artesonado de madera y cuenta con el primer púlpito de la Nueva España, al igual que la pila donde recibieron la fe católica los Cuatro Señores de Tlaxcala.
El Palacio de Justicia, el Teatro Xicoténcatl y la famosa “casa de piedra”, un inmueble que hoy es el hotel Posada San Francisco.
La gastronomía
La comida tradicional del estado de Tlaxcala, ocupa el segundo lugar de nuestro Top Ten y la componen platillos que esconden tanta variedad como condimentos, e incluso alguno que otro insecto.
Y ya que hablábamos de su centro histórico, ahí mero encontrarás los famosos Portales de Hidalgo y Chico, lugar donde se ubican extraordinarios restaurantes para degustar lo mejor de la comida tlaxcalteca tanto prehispánica como mestiza.
Disfruta del placer que encontrarás en platillos como los mixiotes, el pollo en pipián, el cerdo borracho o el Xolostle. Difícilmente te quedará lugar para el postre.
Pero de ninguna manera te puedes perder unos escamoles, gusanos del mezquite, los gusanos y picudos del nopal, las hormigas mieleras y los gusanos de laguna.
Ponte en los zapatos de un pueblo nómada que padeció hambrunas debido al bloqueo comercial del gran imperio mexica y que tuvo que alimentarse con el producto de la tierra, inclusive de algunas especies de insectos que debían ser masticados vivos.
Viscosos pero sabrosos, dirían por ahí, pero es que la mera verdad sí son todo un manjar. Y bueno pues como en la mayor parte de México, en Tlaxcala la comida puede ser cotidiana, festiva o todo un ritual.
Como sea, no puedes perderte el placer de probarla en este escenario inmejorable.
Los Murales del Palacio de Gobierno
Ni mas ni menos que el origen de la mexicanidad se trata de un conjunto de murales que retratan la historia de Tlaxcala a través de los siglos. Esta obra inició en 1957 y es todo un poema plasmado en lenguaje pictórico.
Lo que distingue radicalmente a la obra de este pintor es su visión histórica, con la que busca destruir el estigma de traidores con que tradicionalmente han sido considerados los tlaxcaltecas por su participación en la Conquista.
Así que ya lo saben, una visita a Tlaxcala debe incluir forzosamente una mirada a su historia, y nada mejor que ir de la mano de la narrativa del maestro Desiderio Hernández.
Santuario de la Virgen de Ocotlán
¿Que lo tuyo no es lo religioso? No le aunque, pues en torno a él se abre el valle de Tlaxcala con un banquete de impresionantes vistas a la Malintzin, el Popocatépetl y el Iztlaccihuatl.
Un escenario inmejorable, pero para entender un poco más el origen de este bello santuario, que llama la atención al instante por su hermosa fachada, remontémonos un poco a su historia.
Esta joya arquitectónica fue levantada sobre la cima de un cerro, entre los siglos XVII y XVIII y es una de las más bellas muestras del barroco poblano-tlaxcalteca. Su construcción fue realizada para conmemorar las apariciones de la Virgen al indígena Juan Diego Bernardino.
Y si buscan hacer turismo espiritual, pueden acudir a las fiestas patronales que inician el primer lunes del mes de mayo. Los feligreses descienden la imagen del nicho al altar, y el tercer lunes se emprende una gran procesión por las calles de la ciudad.
Cualquiera que sea tu tipo de viaje, no dejes de acercarte a esta bella obra barroca, herencia del sur de España y que hoy se erige orgullosa en el estado de Tlaxcala.
Cacaxtla
La zona arqueológica de Cacaxtla es conocida mundialmente por la calidad de sus pinturas murales, y forma parte de un conjunto arqueológico excepcional al que se agregan Xochitécatl y San Miguel del Milagro.
Cacaxtla se ubica a 19 kilómetros de la ciudad capital y vale la pena conocerla porque podrás contemplar uno de los descubrimientos recientes realizados en tierras tlaxcaltecas. Se trata del conjunto palaciego y ritual de Cacaxtla, que significa “Lugar donde muere la lluvia en la tierra”.
Este complejo arqueológico es resguardado por deidades de aspecto felino, de un águila y de una impactante batalla con gran realismo; además un hombre alacrán asociado al culto de Venus y elementos de ritos al agua y al maíz,son parte de sus expresiones artísticas.
Así que cualquier observador puede percatarse de su riqueza tomando en cuenta tres aspectos importantes: el uso del color, los personajes y el lenguaje del mural.
Santuario de luciernagas
El santuario de las luciérnagas es un espectáculo de luces que vale toda la pena sobre todo si viajan con niños, verles la cara impresionados por esta danza de pequeñas hadas, hace la diferencia de una visita a Tlaxcala.
Eso sí, tu visita la debes programar porque es durante los meses de julio y agosto cuando los Municipios de Nanacamilpa y Españita reciben a estos pequeños insectos que llegan hasta aquí para aparearse y toman posesión de manera natural de los bosques de coníferas tlaxcaltecas.
Y es que encuentran en esta área de más de 200 hectáreas un hogar húmedo y boscoso ideal para reproducirse.
Por las noches, se puede ver a las luciérnagas hembra iluminarse para atraer a los machos que sobrevuelan en busca del apareamiento. Es ahí cuando la hembra deposita los huevos fertilizados en las cortezas de los árboles.
Todo este espectáculo lo puedes ver con tus ojos y para eso te recomendamos que contrates desde la ciudad de Tlaxcala un tour que te conduzca a este santuario y te lleve de manera segura por los senderos hacia este iluminado encuentro en medio del bosque.
Huamantla
Huamantla es un Pueblo Mágico que se ubica a solo 42 kilómetros de la ciudad de Tlaxcala y que garantiza, gracias a su arraigada identidad, esparcimiento único para chicos y grandes.
Ahí les va una repasada para que se den una idea, tienen un Museo de Títeres, único en su tipo, un museo taurino para los aficionados a la tauromaquia y además celebran “la noche que nadie duerme: la Huamantlada”, donde cada verano los más machos pierden el honor y hasta el estilo al huir del “revolcón y el piquetito”.
Y para que no quede duda de lo hospitalarios que son, así como de su espíritu artístico, cada sábado se elabora a partir del medio día, un tapete de aserrín a un costado de la Presidencia Municipal, conocido como “arte efímero” que es símbolo de la identidad de Huamantla y que le da la bienvenida a los visitantes.
Resulta además muy interesante ver el empeño y dedicación que los artesanos imprimen en este trabajo. Piérdete en este Pueblo Mágico, recórrelo y también saboréalo.
Como tip no dejen de comprar un muégano en este sitio son una verdadera delicia y toda una tradición.
Pulque
Recorrer las haciendas pulqueras de Tlaxcala es una tradición que permanece vigente y resulta además muy atractiva por todas las historias y leyendas que hay alrededor del “elixir de los dioses”.
No pueden dejar de visitar Tlaxcala sin probar o por lo menos conocer esta legendaria tradición, incluso hay quienes opinan que el pulque debería ser la bebida tradicional de México y no el tequila.
Y para entenderlo y sentirlo así basta con conocer la Hacienda San Bartolomé, donde sobrevive uno de los últimos tinacales de Tlaxcala.
También puedes visitar la hacienda Xochuca que ha sabido adaptarse a los nuevos tiempos y combina la producción pulquera con visitas guiadas para que los visitantes aprecien la extracción y fermentación del pulque.
Desde luego también realizan degustaciones y lo mejor de todo, quizá para los que no le entran parejo a esta bebida, se puede disfrutar de una rica comida tradicional.
Pero a los que sí le entran, esperen a probar un enorme tarro de este brebaje, con todo y su baba de oso, ya sea natural o curado.
Otro tipo de experiencias son las que ofrecen haciendas como Soltepec y Santa María Xalostoc, que han sido acondicionadas para hospedar al visitante y poder vivir más de cerca la experiencia pulquera de este estado.
Hay para todos los gustos cuando de pulque se trata, ya sea a probaditas, conociendo su proceso de producción o disfrutándolo en un entorno mágico como los cascos de sus haciendas. Te recomendamos elegir el viaje que más te guste con operadores certificados en el centro de la ciudad.
La Malinche
El Parque Nacional Malinche es el pulmón del estado de Tlaxcala y una región única para la práctica de senderismo, actividades ecoturísticas o para acampar en los centros vacacionales ubicados a las faldas del volcán, también conocido como Malintzin.
Este pico constituye la quinta montaña más alta del país y muchos disfrutan subir a la cima para contemplar desde ahí la panorámica de Tlaxcala y Puebla y si el clima es despejado las siluetas del Pico de Orizaba, el Iztalccíhuatl y el Popocatépetl.
Te asombrará la vibra y belleza de la zona, en especial si pasas una noche en el centro vacacional la Malintzi, un albergue con palapas, zonas para acampar y vigilancia las 24 horas. ¡Naturaleza a todo lo que da! Pero no olvides la sopa de hongos para calentar.
A los niños les encantará irse campamento, además alrededor de la zona hay diversas leyendas con las que puede hacer de la experiencia algo místico.
Como verás, Tlaxcala definitivamente es un destino para toda la familia.
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