Turismo sin tecnología
Artículo publicado por Cristina Torres en Imujer
Probablemente en estos tiempos en los que a nadie se le ocurre salir de su casa sin sus gadgets, ni subirse al tren de las vacaciones sin conexión, sean muy pocos los que se atreven a visitar ese destino con el que llevaban años soñando, sin llevarse consigo la cámara de fotos. O cuánto menos, el teléfono móvil de última generación que puede sustituir a la compacta de siempre con creces. Los hay más exagerados, que cargan con la reflex para inmortalizar el momento. Pero ¿es posible no llevar cámara de fotos a un viaje?
Recuerdos que se sienten
Lo cierto es que tanto afán por utilizar la tecnología en todas partes y vivir siempre conectados está haciendo que no sean pocos los viajeros que reflexionen sobre el tema. ¿Cuántos buenos momentos estamos perdiendo por hacer esa foto perfecta? ¿Cuántos otros por perdernos en aplicar los ya famosos filtros de las apps móviles?
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Y luego queda volver de viaje y hacer una selección que en la mayor parte de los casos dejamos a medias por falta de tiempo y porque lo importante han sido esos recuerdos que se sienten, los que hemos vivido, aquellos en los que no estábamos tras la mirilla de la máquina.
Turismo sin tecnología
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El auge de todos estos gadgets, y en particular del mundo de las cámaras de los smartphones que hacen que perdamos horas intentando aplicar el último filtro, retocando o cortando un detalle que no nos convence, hace que nazca un nuevo tipo de turista. Y ese turista no solo reconoce que sea posible viajar sin cámaras, sino que lo considera un verdadero placer.
La verdad es que los hoteles en los que se prohiben las conexiones móviles están en auge, y en algunos locales no se permite el acceso con terminales, ni tampoco lanzar fotografías. Quienes hacen uso de esta nueva idea de turismo dicen que no hay nada mejor. La verdad, creo que en el próximo viaje habrá que probarlo. A ver cómo se sobrevive a él sin las pruebas de que hemos estado allí. ¿Suena divertido, no?
Vía: nuestrorumbo
