Travel Report » Entradas » Viaje a Bali: templos que tienes que visitar
Abr 05, 2014 Jesús Alonso INTERNACIONAL 0
Bali es espiritualidad y misticismo. A pesar de que la religión predominante en las más de 17.000 islas de Indonesia es el islam, en Bali el 90 por ciento de su población es hinduista. No obstante, los balineses practican una variante propia de esta religión que incluye creencias animistas y budistas y el culto a antiguas tradiciones propias. Si viajas a Bali, debes conocer sus templos y sus rituales porque son una parte fundamental de la cultura de la isla que marca el carácter y la vida de sus habitantes. Esta es una mini guía para que puedas sumergirte a fondo en las tradiciones de esta tierra de dioses sin perder la compostura.
Los balineses son muy devotos, y por ello siempre están realizando ceremonias en alguno de los miles de templos que adornan las ciudades. Cada día hay un motivo para celebrar: cambios de luna, el inicio de la siembra, el día más propicio para iniciar un viaje o cortarse el pelo, los nacimientos, matrimonios, muertes… Hay rituales que se realizan varias veces al día, una vez a la semana, al mes, cada seis meses, cada año… siempre hay un motivo para rendir culto a los dioses, a los santos y a los ancestros o para alejar a los malos espíritus.
Desde hace más de mil años, los balineses rinden culto al dios Indra en este templo, del que brota un manantial cuyas aguas se consideran curativas. Además de los santuarios dedicados a Shiva, Braham y Vishnu, cuenta con una piscina rectangular tallada en piedra de la que brotan doce fuentes de agua sagrada donde los fieles pueden bañarse y rezar previa entrega de una ofrenda.
Es uno de los templos más fotografiados de la isla por la espectacular belleza de su entorno. Fue construido en el siglo XVI para honrar a la diosa del mar Tanah Lot en una formación rocosa junto al mar que queda aislada de tierra firme cuando sube la marea. La leyenda dice que miles de serpientes marinas viven en la base de la roca y protegen el lugar de intrusos y malos espíritus.
Custodiado por unas aterradoras esculturas de piedra, este templo es solo para amantes de la escalada… o de las escaleras. Lempuyang está tan elevado que no tardarás menos de hora y media en subir sus 2.500 peldaños hasta alcanzar su punto más alto pero, si lo consigues, obtendrás una de las vistas más impresionantes de la isla, con el gigantesco volcán Gunung Agung de fondo.
Considerado uno de los más bellos de la isla, este templo se asienta al borde de las aguas del lago Bratan desde el siglo XVII y es el segundo de mayor tamaño de la isla. Es también un lugar de peregrinación de campesinos, que acuden a pedir agua para sus cultivos a la diosa Dewi Danu. Una curiosidad: este santuario es el que adorna los billetes de 50.000 rupias indonesias.
Está situado en un precioso entorno natural, pero disfrutarlo requiere un pequeño sacrificio: hay que subir 300 escalones -y luego bajarlos- hasta llegar a él. Dedicado al dios del agua, dispone de diez santuarios tallados en la pared de un acantilado. En este templo se encuentran enterrados los miembros de la familia real balinesa del siglo XI.
Es un conjunto de pagodas de varios techosrodeadas por jardines y un foso lleno de peces, por lo que parece que están flotando sobre el agua. Construido en 1634 para adorar al dios Wisnu, dispone de una torre que aún alberga una antigua campana balinesa de madera. Es un lugar donde reina la tranquilidad, muy adecuado para pasar un rato meditando sumido en una paz total.
O cueva del elefante (se llama así porque está junto a un río del mismo nombre). Es un importante recinto arqueológico hindú que fue incluido en la lista de Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO en 1995. Para entrar a la cueva hay que atravesar las temibles fauces de un altorelieve de piedra que simula una figura demoniaca. Una vez en el interior, cuando has acostumbrado los ojos a la oscuridad, podrás ver la escultura sagrada del dios Ganesha.
Se yergue orgulloso al borde de un acantilado, salpicado por las olas del Índico y frente a una delirante puesta de sol. Los monos que habitan en su interior comparten el espacio con Batara Rudra, el dios de la naturaleza en cuyo honor fue construido este santuario en el siglo X. Por él… y para proteger Bali de los malos espíritus.
Descansa en la ladera del Gunung Agung, el mayor volcán de Bali, rodeado de unas impresionantes vistas a campos de arroz, montañas y, de fondo, el océano. Su nombre significa “templo madre” y es el más grande y sagrado de Bali. Construido hace mil años, está formado por 26 santuarios de diversos tamaños conectados entre sí por terrazas y escalinatas, incluido el principal, Pura Penataran Agung.
Su nombre significa “cueva de los murciélagos” porque es el hogar de miles de estos animalitos que esperan al viajero colgados de las bóvedas. Los balineses acuden aquí a realizar ritos relacionados con la vida después de la muerte. La leyenda dice que en el interior de la montaña donde este templo esta excavado vive Basuki, una serpiente gigante que se alimenta de los murciélagos.
Vía: http://www.traveler.es/viajes/fotos/galerias/templos-bali-indonesia/746/image/36608
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