Visitar Nueva York y sus barrios
Nueva York, esa ciudad que Sinatra cantaba que nunca duerme, es para muchos la capital del mundo, el centro neurálgico del mundo occidental, el mayor ejemplo del capitalismo liberalista, las tendencias más modernas y los espectáculos comerciales más conseguidos.
Pero Nueva York es además muchas ciudades dentro de un enorme macrocosmos difícil de desentrañar en una única visita. Me gusta la Nueva York de los barrios, desde el lleno de contraste Alphabet en el Lower East side, donde las nuevas tiendas y los bares con solera, juguetean en atractivo con las canchas de baloncesto donde los chicos negros desafían a la gravedad y a sus parientes blancos en un pacífico duelo en el tiempo, pasando por Nolita con sus boutiques con pretensiones de modernidad, caminando hasta el abigarrado barrio Chino y desembocando en ese Soho de tendencias y celebridades. Me gusta comer en un buen italiano o en un argentino en Tribeca donde uno imagina que todos los hoteles y locales pertenecen a Robert de Niro o alguno de sus primos.
Es sensacional disfrutar de un atardecer en Greenwich con sus vecinos alternativos e iconoclastas, de camino a la puesta de sol junto al Hudson, viendo desparecer del horizonte esa silueta que nos regala New Jersey o lo que es lo mismo la patria de Los Soprano. Acercarse al Meat Packing District es toparse con una sucesión de locales de gusto maravilloso, de disfrutar de las galerías de arte más modernas, de sentirse el tipo más cool del universo.
Mucho más arriba, a la derecha de Central Park según los números de las calles crecen desde por ejemplo la Quinta Avenida, paramos en el Metropolitan que por algo es el museo más famoso de esta ciudad donde los museos son interminables colecciones de arte que nos dejan con la boca abierta. De nuevo en la calle, acérquese a alguno de los suntuosos portales del Upper East Side e imagine que la Reina Cotilla le observa como parte de ese enjambre de personajes que es Gossip Girl. Entenderá de qué hablan muchas de aquellas extrañas criaturas que tan lejanas nos parecen en la ficción. Y con ello Nueva York no habrá hecho nada más que empezar.
Vía: http://www.blogvacaciones.com/nueva-york/
